Joven Peter Parker | 3.5

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Jane perdió la consciencia antes de que el señor Stark llegara. Una pequeña nave lo acompañaba por los aires, cuando Tony aterrizó, la nave se desplegó a una camilla con propulsores.

La mirada del señor Stark no podía ser más dura. Peter odiaba pedirle ayuda porque cada vez cometía más errores que demostraban que aún no estaba listo, y ahora estaba convencido que no lo estaba. Por su culpa Liz y Jane estaba inconscientes.

El traje Iron Man se abrió completamente y Stark bajó al concreto de la azotea, Peter se quitó la máscara. La atención de Tony se posó en Jane, frunció el ceño y la señaló.

—¿Está muerta?
—¡No! Claro que no —exclamó Peter—. Por eso lo llamé, tiene que ayudarla.
—¿Y por qué no la llevaste a un hospital? —preguntó.

Stark se arrodilló frente a la pelirroja evitando a toda costa manchar sus pantalones de sangre, y la observó detenidamente. Su vista descansó sobre las cuatro marcas en su abdomen y el extraño color negro en su piel.

—Ya veo —murmuró Stark, y deslizó la mirada hacia Liz—. ¿Y ella que tiene?
—Estaba poseída por Venom, creo que ya ha salido de su cuerpo.

El silencio reinó mientras el señor Stark arqueaba las cejas sin comprender qué era lo que decía Peter. Finalmente, suspiró y se incorporó.

—Ambas vendrán conmigo, pero tú amiga rubia irá inmovilizada. Sea lo que sea Venom, no quiero que te equivoques y se suelte en mi torre.

A continuación le dio órdenes a la camilla y ésta se adhirió a Jane como si fuera un traje Iron Man, recorrió su cuerpo hasta llegar a su espalda y de ahí solo se volvió a convertir en camilla, ahora con Jane sobre ella. Mientras, Stark le puso un extraño tipo de esposas a Liz, en manos y pies.

Stark se llevó a Liz y la camilla a Jane, Peter tuvo que saltar de la azotea de la mansión Osborn al jardín, e ir corriendo hacia donde los demás se dirigían. Hasta dos kilómetros después, empezaron a haber árboles y Peter pudo balancearse para llegar más rápido a la nave escondida del señor Stark.

La nave no era muy grande y estaba muy bien escondida para no llamar la atención de los invitados de la fiesta Osborn. Peter debía pensar en una excusa de porqué y cómo Liz, Jane y él se habían escapado de una mansión retirada de la ciudad.

La gran puerta trasera de la nave seguía abierta para cuando Peter llegó, el señor Stark lo esperaba de brazos cruzados y lo apuró chasqueando sus dedos.

En cinco minutos la nave sobrevolaba la torre de los vengadores. Se detuvo de trasera en la plataforma tipo helipuerto junto a la gran A de Avengers, la puerta se abrió haciendo de puente entre la nave y el edificio.

La camilla que llevaba Jane se adentró rápidamente al edificio y desapareció a la vista de Peter, él iba a echar a correr tras ella pero Stark lo detuvo. Con una chasquido otra camilla apareció y se llevó a Liz de la misma manera.

—¿No voy a ir con ellas? —preguntó Peter.
—En un momento —respondió Stark—, las estabilizarán y después te haremos un interrogatorio. Utiliza ese pedazo de teléfono que tienes e inventa una excusa, espero que sea buena. Viernes te ayudará a encontrarnos cuando te llamemos, hasta entonces, no salgas de aquí. No quiero más problemas.

Dicho eso, el señor Stark se fue andando (ya sin el traje metálico) y entró en el elevador. Los nudillos de Peter empezaron a tornarse blancos por la fuerza con la que apretaba los puños. Quería romper cosas, se preguntó a qué se refería el señor Stark cuando dijo: "encontrarnos" en plural ¿Acaso vería a los Vengadores otra vez?

Ellos no van a lastimarme | Peter Parker Donde viven las historias. Descúbrelo ahora