¿Portador? ¿Humano? ¿Venom? | 2.6

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Después de salir del edificio de Jane, Peter quizo despejar su mente al ponerse el traje y saltar de un lado a otro a través de la ciudad, lo que se le daba de maravilla.

No importaba cuantas vueltas diera a la ciudad, siempre llegaba al mismo lugar: El parque central. No, con "parque central" no se refería al famoso Central Park que está en Manhattan, sino al pequeño parque de Queens y el departamento recreativo. Muy diferentes, podría decirse.

Con esos pensamientos en la cabeza, Peter rió entre dientes y chocó contra un poste de luz. El golpe fue tan fuerte que no le dio tiempo ni ganas de saltar y seguir adelante. Solo se dejó caer a arrastras con los brazos y piernas rodeadas en el poste, como si fuera un koala grande, rojo y azul.

Llegó hasta el suelo y se quedó ahí un rato. Le dio vergüenza, ¡El hombre araña acaba de partirse de la cara con un poste de luz! Por no usar palabras más fuertes, pero aún así se quedó sentado en el asfalto y abrazado del poste.

—¡Santa madre! —Peter oyó un gritito muy agudo a su lado.

No hubo necesidad de moverse, una niña de cabello moreno corto y ojos grande color avellana apareció frente a él con los labios apretados, como si tratara de contener una sonrisa. Le calculaba unos 14 años.

De pronto empezó a mover la mano alrededor intentando llamar la atención de Peter, creyendo que se había desmayado o algo así.

—¿Estás vivo? —preguntó la niña, aún moviendo la mano frenéticamente.

Peter estaba vivo y despierto, solo no quería moverse. Se empezó a marear y cansado de los movimientos bruscos de la desconocida, la tomó de la muñeca para detenerla.

—¿Quieres parar? —dijo Peter algo fastidiado, dejó ir su mano cuando ella asintió.

—Perdona —dijo la chica, retrocediendo.

Era la primera vez que alguien le fastidiaba con solo hablar, el único capaz hasta ahora era Harry, pero claro él si era su amigo. Y justo en ese momento se preguntó por qué. Decidido a escapar, se incorporó y sacudió el traje.

—¡Espera! —gritó la niña, Peter se volvió a regañadientes—. ¿Sabes donde queda esta dirección?

La niña le tendió un trozo de papel arrugado. Peter lo extendió, estaba en blanco.

—Aquí no dice nada —dijo Peter revisando el otro lado también.

—Ah, perdona. Ese no es, ¡Dámelo! —la niña le arrebató el papel como si fuera importante.

Revisó en su otro bolsillo y sacó una tarjeta, esa no estaba tan arrugada. Peter lo tomó de sus manos y la leyó.

—Centro de Salem... Bueno dice que a las afueras, cerca del lago Breakstone —Peter se rascó la barbilla—. Salem está en el condado de Westchester, justo arriba de... Alto ¿y tus padres niña?

—¡No soy una niña! Tengo 15 años recién cumplidos, y ellos murieron, por eso quiero ir a esta dirección —inquirió con la nariz arrugada.

Peter quiso reír, pero no podía. Agradeció tener la máscara puesta y que no lo haya agarrado como solo Peter Parker, él si se habría reído.

—Vale, pues... como dije, esto está Westchester —dijo Peter leyendo nuevamente la dirección.

—¿Tu has estado ahí? —preguntó la niña con un brillo de esperanza en sus ojos y una gran sonrisa.

Ellos no van a lastimarme | Peter Parker Donde viven las historias. Descúbrelo ahora