Ellos no van a lastimarme | Peter Parker

La fiesta Osborn | 3.1

La mansión Osborn era la casa más bonita y grande de Querns. Peter ya había estado en la torre de los vengadores y en algunas que otras instalaciones secretas del Sr. Stark, pero esto... era más hogareño y menos tecnológico. Las decoraciones de navidad le daban un aire fresco y original.

El lugar era un poco rústico, se encontraba a las afueras, había que pasar por un camino de piedra caliza decorada a cada lado con largos campos de flores que se extendían hasta donde los ojos ya no podían ver.

Al final, había un estacionamiento, uno por fuera y otro bajo techo. May dejó a Liz y a Peter en la entrada, tomó algunas fotos y luego se retiró dando de besos por la ventanilla.

Por dentro era aún más bello, más bello (podría decir) que la misma Liz Allan. Peter se odió por pensar así, pero era impresionante. El suelo era de un material extraño, parecía brillante y pulido pero tenía aspecto de madera de roble (más no era eso). El hogar de Harry era una combinación perfecta entre lo rústico y un estilo greco-romano moderno.

El salón principal consistía de varios sillones largos y pequeños de color blanco, era el color que predominaba, en el medio, había una larga mesa de cristal.

El espacio estaba limitado a los lados por dos paredes de mármol con entradas de dos puertas a los salones siguientes, pero más atrás de los sillones, había una gran arco con talladuras de hojas y ramas (imitando un árbol) que daban lugar a dos grandes escaleras de cristal.

El personal condujo a Peter y a Liz hacia las puertas de la izquierda, justo después de verificar la invitación. Las puertas se abrieron automáticamente cuando ellos quisieron pasar, luego Peter se dio cuenta de que había guardias cuyo trabajo solo era abrir las puertas por dentro.

En esa habitación gigante de forma circular, había un espacio justo en el centro destinado como pista de baile, un poco más atrás se encontraba la barra de bebidas adaptada al perímetro de la figura. Peter se preguntó si dejarían beber a menores de edad. Habían unos cuantos sillones elegantes alrededor y algunas mesillas de cristal altas con asientos igualmente altos.

A su izquierda estaba la pared de la casa con ventanales alargados, hasta ese momento Peter se dio cuenta de lo alto que se encontraba el techo, y de él colgaba un enorme candelero de ¿oro? ¿Tan millonaria era la familia de Harry?

A su derecha habían varias puertas de madera con un ancho espectacular, cinco entradas de dos puertas bastaban para cubrir ese perímetro del círculo, Peter desconocía lo que había del otro lado.

El lugar no estaba lleno pero ya habían unas cuantas personas, platicaban por lo bajo, algunos con copas en las manos. Calculaba dos docenas de personas, pero para el gran tamaño del lugar, no era nada.

—¡Peter Parker!

Harry Osborn, su mejor amigo y Jane Jas, su... amiga, caminaban hacia ellos. El chico dando grandes zancadas y Jane intentando seguirle el paso sin doblarse los pies con semejante tamaño de tacón.

Peter no quería que Jane se acercara mucho por miedo a ser demasiado bajo para ella, porque si a Harry le llegaba al ras, a él si le llevaría media cabeza por lo menos.

Como siempre, Harry soltó la boca en conversaciones que a nadie le interesaban, justo en ese momento mucho menos, porque los ojos de Peter no podían dejar de ver a la hermosa señorita Jas.

Si en modo zombie a Peter ya se le hacia atractiva, en modo diosa griega era irresistible a la vista. O Harry ya se había acostumbrado a semejante brillo o en realidad Jane no le atraía lo más mínimo, porque no parecía prestarle mucha atención.