Arriba os he dejado la canción (cuando lleguéis a esa parte lo comprenderéis)
Corría desesperado, no estaba por ninguna parte, ese abismal amor lo carcomía por dentro y el objeto de su locura andaba desaparecido. Lo buscó por todas partes, salió a los jardines, preguntó por él a todo aquel que se encontró; alumnos y profesores... ¡le daba igual la persona a quién preguntar mientras pudiera darle información! La cuestión era encontrar a Filch.
- ¡Eh, Lunático!
Remus se giró ilusionado, pero solo eran Sirius y Peter, que llegaban desde el camino que llevaba al campo de quidditch. No tenía tiempo para ellos. Y entonces, al girar, lo vio. Ahí apoyado contra el marco de la enorme puerta de roble del castillo esperando a que los integrantes del equipo de quidditch y todos lo que los habían ido a ver entrenar al equipo de su casa entrasen en el castillo para cerrar las puertas. Esa expresión de asco, ese pelo seco y sin vida, ese bizqueo en los ojos... ¡Pero que atractivo era ese hombre! ¡Se moriría ahí mismo si no hacía algo! Corrió hacia Filch y se tiró de rodilla a sus pies ante la atónita mirada de todo aquel que miraba al pasar, tanto dentro como fuera del castillo, y sin importarle comenzó:
- ¡Señor, sé que usted no me conoce, pero yo lo amo! – le gritó desesperado a punto de llorar, era increíble para Remus tenerlo tan cerca.
- ¡¿Que no te conozco?! – espetó Filch confuso – ¡Claro que te conozco, mocoso, o a caso as olvidado todas las veces que os he pillado a ti y los otros tres en...!
- ¡Señor, no puedo más! – lo interrumpió a voz en grito a punto de llorar. – ¡Lo amo tan desesperadamente que me duele! ¡Por favor, tiene que corresponderme, sino moriré de pena! ¡Lo quiero como la trucha al trucho!
Sirius y Peter se acercaron perplejos al oír los gritos de Remus. Al principio pensaron que, en un gesto muy osado por su parte – pues generalmente, Remus siempre se veía arrastrado a participar en las bromas de James y Sirius –, Remus había querido gastarle por su cuenta una broma al conserje, pero después se dieron cuenta de que no era así, de que Remus estaba totalmente desesperado por captar la atención de Filch y de que hablaba completamente en serio cuando decía estar enamorado.
- Peter, vuelve al campo de quidditch y trae a James aquí inmediatamente – le ordenó Sirius horrorizado por la escena; Remus acababa de tirarse a las piernas del conserje.
- ¡¡Que alguien me lo quite de encima!! – chilló Filch con una de sus piernas atrapada entre los brazos de Remus.
La gente comenzó a aglomerarse en el vestíbulo para observar.
- ¡¿Pero es que no se da cuenta de que estamos hechos el uno para el otro?! – replicó Remus angustiado.
- ¡¡Te voy a partir la cara como no me sueltes!!
Para mayor sorpresas de todos los presentes, Remus sonrió encantado y comenzó a cantar a pleno pulmón:
Every breath you take
Every move you make
Every bond you break, every step you take
I'll be watching you
Every single day
And every Word you say
Every game you play, every nigth you stay
I'll be watching you
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192 Lunas
FanfictionEs curioso cómo la vida actúa algunas veces, lo que dos personas incomprendidas y solitarias pueden ofrecerse al encontrarse cara a cara como son realmente. Eso fue, precisamente, lo que provocó la broma que Sirius le gastó a Severus al incitarlo a...