Corderos con piel de lobo

4.1K 557 157
                                    

Primero voy a pedir perdón, porque sé (soy consciente de ello XD) que antes que subir un fic nuevo debería dedicarme a corregir y subir los antiguos. PERO LA TENTACIÓN DE ESCRIBIR ES TAN GRANDE!!!! No puedo ignorarla y esta idea me está gustando demasiado... así que me disculpo y prometo que seguiré subiendo los anteriores ^^


Durante los siguientes días, Remus pasó más tiempo en el despacho de Slughorn encerrado con Snape que en cualquier otra parte. El Slytherin lo midió y pesó para conseguir la medida exacta de los ingredientes y que la poción fuera lo más precisa posible para él, se estaba esforzando mucho para que nada saliese mal. Remus lo observó preparar cuidadosamente cada ingrediente, a veces, las manos del muchacho temblaban, pero tenía temple y no permitía que los nervios le afectasen, aunque contrario a lo que dijo, tardó un poco más de dos días en elaborar la poción, concretamente, ya llevaban cuatro días trabajando en ella, y si Snape no se daba prisa y no conseguía terminar la poción ese mismo día, Remus pasaría otra luna llena como las que acostumbraba.

Cuando llegó la hora de agregar el acónito, Severus se puso tan nervioso que Remus tuvo que ir a limpiarle el sudor de la frente y a echarle aire.

- Estoy bien – le repetía el chico, pero Remus notaba que estaba alterado.

No era para menos, lo que estaba haciendo Snape requería de mucha concentración y mano firme. En su desesperación, pues él también estaba muy nervioso, intentó sacar un tema de conversación.

- Oye, cuando jugamos con el Veritaserum dijiste que no confías en nadie, solo en Lily. ¿Hay alguna razón? – inquirió.

Snape lo miró de reojo unos segundos antes de volver a fijar su vista en el contenido del caldero al fuego.

- Ya que yo conozco tu secreto, supongo que es justo que te cuente el mío – dijo con tono indiferente, para después comenzar a narrar su historia –: Mi padre es muggle, mi madre no le contó que era una bruja hasta que yo, con ocho años, empecé a manifestar mi magia – los ojos negros del muchacho se ensombrecieron – Enloqueció, – prosiguió en voz baja con el ceño fruncido – se fue de casa con todo nuestro dinero, pero antes nos pegó una paliza, nos llamó engendros y le partió la varita a mi madre... – le contó con la voz rota mientras removía la poción con violencia – Cada vez que venía a casa estaba borracho, nos pegaba y se llevaba nuestro poco dinero, el dinero que ganaba mi madre... Mi madre y yo tuvimos que mudarnos. – Snape agachó la cabeza, parecía a punto de desmoronarse. Sorbió por la nariz y se restregó los ojos con la manga de la túnica – Los vapores de la poción – se excuso antes de concluir – Antes de eso era un hombre trabajador, amable y bueno, era un buen padre, un buen hombre. Era mi héroe. No he vuelto a confiar en nadie desde entonces, en nadie, salvo Lily.

Remus tragó saliva, no sabía qué decir, había quedado afectado a tal punto, que las lágrimas que Snape no se permitió derramar ahora se agolpaban en sus propios ojos dificultándole la visión.

- Lo siento mucho – fue lo único capaz de decir.

El Slytherin negó con la cabeza sin mirarlo.

- Ya no me afecta, Lupin. – contestó. Pero se notaba que era mentira, o al menos, Remus lo notaba. – Así que no me tengas lástima.

- No es lástima – replicó - Te admiro, de verdad. – Snape levantó la cabeza para mirarlo con incredulidad, de nuevo desconfiaba – No te estoy mintiendo; me pareces una persona muy valiente, cualquier otro en tu situación estaría destrozado, pero tú no; has seguido adelante a pesar de los obstáculos. Suena ridículo que lo diga yo, quien te ha visto caer mil veces ante James y Sirius, para levantarte después y seguir luchando, - se sinceró con el corazón encogido – realmente me pareces muy valiente.

192 LunasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora