Fortaleciendo el vínculo

4.1K 464 100
                                    

Han pasado tres meses XD No tengo perdón... Siento haber tardado, pero... Este fic es muy complicado de narrar, la guerra está a punto de estallar y quería tenerlo todo muy bien planificado.


Haber entrado en Séptimo trajo para todos nuevas responsabilidades, pero no eran las únicas preocupaciones, y no sólo los de séptimo estaban preocupados; Dumbledore y todos los jefes encargados de las cuatro casas se encargaron de ponerlos al día de todos los deberes y exámenes que ese curso conllevaba, y también los advirtieron de los duros tiempos que se avecinaban. Muchos alumnos y sus familias habían desaparecido sin dejar rastro alguno, muchos de ellos eran nacidos de muggles o familiares de la oposición de Voldemort, personas como James, Lily y Sirius, y los nombrados anteriormente fueron de los primeros en ser llamados al despacho de Dumbledore. Todos aquellos que, en consideración del director, creía que necesitaban algún tipo de protección, o eso creía Remus, pero pronto llegó su turno de subir al despacho también.

Remus sólo había subido al despacho de Dumbledore cuando se había visto obligado a participar en alguna de las bromas de James y Sirius, nunca por otros motivos. Sirius y James no le habían contado mucho de lo que había pasado en su reunión con Dumbledore, pero todos habían vuelto muy serios y el ambiente se había vuelto algo lúgubre eclipsando la alegría de la vuelta a Hogwarts, aunque esta se había visto notoriamente mermada cuando al entrar en el Gran Comedor el primer día vieron todos los huecos vacíos en las mesas de Gryffindor, Ravenclaw y Hufflepuff.

Cuando llegó al pasillo de la séptima planta vio a un muchacho que salía del hueco tras la gárgola, según la estatura se podría decir que acababa de entrar en quinto, al parecer le habían dado muy malas noticias por la tez verduzca y sudorosa.

Remus entró con el corazón galopando furiosamente y empezó a subir las escaleras asustado. Fuera lo que fuese aquello que Dumbledore tenía que decirle, esperaba que fuera mejor que aquello que acababa de comunicarle a ese chico. Dio dos tímidos y vacilantes golpes sobre la superficie de la puerta, tan tenues que por un momento dudó que cualquiera al otro lado pudiera haberlos escuchado, por lo que se dispuso a llamar de nuevo.

- Adelante – lo invitó Dumbledore antes de que sus nudillos chocaran de nuevo contra la puerta.

Cuando entró, Dumbledore lo invitó con un ademán de la mano a tomar asiento delante de él.

- Señor... el chico que salió antes... ¿está bien?

- Me temo que no – contestó el anciano desviando la mirada – Su hermano mayor fue mordido hace unos meses por un hombre lobo y ahora... – Dumbledore frunció el ceño con preocupación y después lo miró directamente a los ojos – Remus, como sabes, los licántropos están formando manadas y poyan a lord Voldemort incentivados por sus mentiras donde proclama que podrán hacer y deshacer a su antojo cuando llegue al poder. – Remus tragó saliva, evidentemente la razón de su reunión con Dumbledore se debía a que el anciano no quería dejar ningún cabo suelto y estaba tomando sus propias medidas contra ese lord Oscuro y todo aquello que estaba prometiendo a las personas que padecían su misma enfermedad – Con esto no quiero decir que no confíe en ti, Remus, – aclaró relajando el semblante – te conozco desde que eras un niño y te he visto crecer, sé que no cometerás el error de creer en esa falsa libertad que promete Voldemort para las personas que son como tú, pero permíteme advertirte de todo lo que en nuestra ignorancia no hemos querido enseñarte para protegerte de ese mundo, al considerar que estabas más seguro fingiendo ser alguien completamente normal.

Aunque la afirmación era completamente cierta, Remus no pudo evitar sentirme ofendido.

- Usted dijo que con las medidas de seguridad adecuadas yo podía llevar una vida normal. Usted dijo...

192 LunasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora