Creo que ha pasado una semana... ¿Puede ser? No lo sé XD El caso es que ya volví y, si wattpad me lo permite, porque me está dando muchos problemas, voy a subir el cap y, a demás, durante los siguientes días voy a subir cap seguidos porque tengo días libres y me voy a dedicar a publicar todos los caps corregidos de 192 Lunas que faltan e.e
Ni siquiera pudo reaccionar, en su inocencia, en su deliberada ilusión se atrevió a soñar, a desear y dar por hecho que ese momento jamás llegaría, que su padre y Dumbledore lo habrían solucionado de alguna manera para que él jamás constara como un licántropo más dentro del Registro. Por fuera estaba totalmente inmóvil, con una faz imperturbable, pero por dentro se derrumbó. Qué futuro podía esperarle a Severus a su lado cuando ni siquiera su padre podía soportar la idea de ver a su hijo en semejantes circunstancias.
Se acercó al escritorio de Dumbledore a paso firme, no quería demostrar su debilidad y cuan desolado estaba pues, al fin y al cabo, uno de los dos Lupin presentes debía mantener la fortaleza. Lyall no tenía fuerzas y en ese caso debía ser Remus el que demostrase valor, su padre siempre se sintió culpable por lo ocurrido y ahora veía reflejado cada fallo en el castigo que la sociedad infligía a su hijo.
El señor que había acompañado a su padre lo miró con recelo, más no con repulsión, aunque en su postura recia se intuía su inflexibilidad y falta de tolerancia para personas como Remus.
- Nombre completo – indicó el caballero.
- Remus John Lupin – respondió.
Al pronunciarlo, al lado del hombre apareció un pergamino y una pluma que lo anotó al instante en el apartado correspondiente.
- Fecha de nacimiento y año en el que fue mordido – exigió a continuación.
- 10 de marzo de 1960, fui mordido en 1964.
Su padre se volvió al escucharlo pues rememorarlo fue absolutamente inevitable, Dumbledore acudió enseguida para consolarlo.
- Estatus de sangre – prosiguió el encargado del Registro.
- Mestizo.
- ¿Perteneces a alguna manada? – inquirió entrecerrando los ojos ligeramente.
- Nunca he tenido contacto con otra persona de mi condición. – respondió Remus.
- Contesta Sí o No – aclaro intransigente, chasqueado los dedos para que la pluma tachara la anterior respuesta de Remus pues no era válida.
- No.
- Varita – Remus la sacó sin titubear y se la ofreció para que la examinara – Ébano con centro de Pelo de Unicornio, a simple vista diría que flexible – susurró moviéndola para mirarla desde otro ángulo – 26 cm. – la pluma no paraba de revolotear encima del papel con cada palabra que el señor murmuraba – Bien, pasemos ahora a las huellas dactilares, la muestra de sangre, la descripción física y la fotografía para poder identificarte.
Una vez que el caballero tuvo todo lo necesario se marchó sin mediar palabra con ninguno de los presentes, ni siquiera con Lyall, con quien compartía su tiempo en el ministerio. La licantropía había cambiado por completo la vida del padre de Remus, quien antes de que un hombre lobo mordiera a su hijo y, como protesta por el trato denigrante que estaba recibiendo a la ayuda que le había rogado el ministerio contra la ploriferación de Magia Oscura cuando Remus era apenas un niño, proclamó ante un comité, después de haberse cruzado con Greyback (contra el que no se tenían pruebas de que fuera un licántropo y que en ese momento era sospechoso tanto de ello como de haber asesinado a dos niños no mucho mayores de Remus) que había detectado en él los signos que delatan a cualquier hombre lobo, y que los licántropos eran un mal que no merecía compasión, sino más bien la inclemente erradicación de la raza.
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192 Lunas
FanfictionEs curioso cómo la vida actúa algunas veces, lo que dos personas incomprendidas y solitarias pueden ofrecerse al encontrarse cara a cara como son realmente. Eso fue, precisamente, lo que provocó la broma que Sirius le gastó a Severus al incitarlo a...