Capítulo 38

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Angie

Pasaron dos semanas.

Dos semanas raras y chatas, en las que lo más interesante que me había ocurrido había sido confeccionarle el traje a Emmanuelle para su evento y nada más.

El desfile se había realizado por todo lo alto, y yo había asistido a verlo, por primera vez desde la audiencia. No estaba acostumbrada, pero era tal la cantidad de personas que conformábamos el staff de CyB, que no todos podíamos participar del Backstage.

Gino me había acompañado, y había tenido su minuto de fama como la celebridad que ahora era en la alfombra roja, donde se había cansado de dar entrevistas y de lucir otro de mis diseños de lo más orgulloso.

Como era de esperarse, la colección había triunfado, y todos en la compañía estaban felices y emocionados al leer las críticas al otro día en los medios de prensa.

Yo me había enterado que en Argentina, el desfile también había sido todo un éxito.

Rodrigo, como único diseñador, se había lucido. Y junto con Miguel, estaban dando que hablar en la industria de la moda local e internacional.

Estaba feliz por él.

Se hablaba de la joven promesa de CyB, el talentoso diseñador Rodrigo Guerrero, al que ahora todas las celebridades tenían en la mira, y se peleaban para obtener un contacto para diseños exclusivos. Todos querían conocerlo. Todas querían lucir sus vestidos.

Me hubiera encantado poder estar allí para felicitarlo, pero me había tenido que conformar con una rápida llamada telefónica que se había interrumpido cuando tuvo que marcharse a un evento post desfile al que acudiría todo el mundo.

Inevitablemente, también su rostro estaba viéndose más en las revistas y otros comentarios habían empezado a surgir. Si. Ahora Rodrigo lideraba la lista de los solteros más atractivos y sexis de Buenos Aires... y yo solo podía ver sus fotos y pensar en todas las mujeres que estarían deseándolo como yo, a la distancia.

No quería pensar en eso.

No cuando estaba tan lejos... y llevábamos días desencontrándonos entre llamadas perdidas, mensajes contestados a deshoras y diferencias horarias mezquinas.

En cambio miré con una sonrisa la foto de otro de los solteros que estaba causando furor, mi ex jefe.

Con su sonrisa radiante y ese jopo matador, posaba imponente con un traje hecho a medida, sosteniendo de la cintura a la que todos los medios llamaban ya su nueva novia. ¡Lola!

La chica estaba preciosa con un vestido de CyB de falda corta, gran escote en V y unas manguitas transparentes todo en color negro, en contraste con su piel clara. Estaba preciosa, y los dos, hacían una pareja perfecta.

No solo porque eran guapos, y se llevaban la mirada de todos por la actitud seductora que poseían, si no porque entre ellos existía una química que era visible hasta a través de una foto.

Había complicidad, había atracción... había deseo, pero además, había algo que antes no había notado. Había cariño.

Entre ellos había surgido algo fuerte, no se podía negar.

Esa semana cuando volviera a hablar con mi amigo, tendría que contármelo todo...



Unos días después, volvía del trabajo exhausta.

Ese martes habíamos terminado de grabar un anuncio con una productora muy conocida, y yo tenía que estar organizándolo todo con ellos, y ayudando con los modelos que habían escogido para la campaña.

París (#3 Trilogía Fuego y Pasión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora