Capítulo 47

9K 965 45
                                    

Rodrigo

El fin de semana, había sido mejor de lo que me había imaginado.

De alguna manera u otra, nos había dado tiempo para pasear, conocer, estar juntos y de paso hablar. Hablar de todo, desahogándonos por tantos meses de silencio.

Por fin había podido sacarme del pecho todo y sentía que ella también lo había hecho. Porque ahora se la veía sonreír, y sonreía de verdad. Mucho más tranquila, y ese brillo en sus ojos turquesa que me recordaba a épocas mejores.

Estábamos los dos más descansados, y eso fue una suerte, porque nos esperaban días intensos de trabajo por delante.

La producción se había llevado a cabo entre el lunes y el martes, y había sido impresionante.

Nunca había estado en una sesión de foto de esta escala.

Técnicos por todas partes, y montones de personas solo dedicadas a que a la modelo a la que estaban retratando no se le moviera ni un cabello del lugar.

Por la cara de feliz cumpleaños que estaba poniendo Angie, podía adivinar que todo estaba saliendo como ella se lo había imaginado, o mejor.

En todo el set había habido muy buena onda, y un clima de trabajo que pocas veces había visto. Todos estaban enfocados, y parecían entrenados para desempeñar su tarea como los profesionales que eran.

Se movían rápido, y si surgían inconvenientes, había quince personas solucionándolo al instante.

Casi como una parada en boxes de fórmula 1. Solo con eso podía compararlo.

Todo iba perfecto, hasta que pasadas las seis de la tarde del primer día, todo se interrumpió porque llegaba ella.

La estrella.

Bianca Baci.

Todos habían dejado de hacer lo que estaban haciendo para mimar a la maldita modelo, que esperaba que todos la miráramos y le hiciéramos caso con cada capricho que tenía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Todos habían dejado de hacer lo que estaban haciendo para mimar a la maldita modelo, que esperaba que todos la miráramos y le hiciéramos caso con cada capricho que tenía.

Algo muy parecido a lo que había visto que ocurría cuando aparecía Emmanuelle, pero con la diferencia que el crítico de moda, al menos aportaba con su trabajo en el área de producción.

Ella solo estorbaba.

Y además había otro problema.

Entre las modelos, había una, que se llamaba Margot, con la que no se la podía cruzar. Se llevaban pésimo, y no podían ni compartir el espacio. Así que habíamos tenido que hacer piruetas para que las chicas no se vieran, y no se pusieran a pelear.

Al parecer, Bianca, en otra oportunidad que había estado de viaje por París, había... intimado con el novio de Margot, y ella se había enterado. De más está decir, que desde ese día, se habían convertido en enemigas.

París (#3 Trilogía Fuego y Pasión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora