Me desperté al día siguiente. Miré el reloj digital de mi mesa de luz y eran las 10:30 de la mañana. Me levanté y me fui a ver si mi madre estaba. Fui a su habitación y no estaba... luego pasé por la cocina, el comedor, el living... pero no había rastros de mi madre. Tomé el celular y decidí mandarle nuevamente un mensaje... la hora de la última que estuvo en el WhatsApp era la misma de anoche. Le escribí y esperé un rato. Me preocupé un poco y decidí salir a ver por la ventana, por si llegaba antes de mandarle un mensaje a mi tía y preguntar si estaba con ella. Justo antes de mandarle un mensaje, vi a mi madre salir del garaje de al lado, donde vivía Danilo. Tenía los tacones en la mano y corría de una forma ligera hasta la puerta de mi casa. Rápidamente, me fui a la cocina para que no supiera que la estaba observando. Abrió la puerta de la casa y apareció mi mamá agitada.
–¿Mamá? ¿De dónde vienes? Me preocupaste. –la regañé desde la puerta de la cocina.
–¡Disculpa! Me quedé dormida.... –suspiró. Su rostro no demostraba felicidad.
–¿Estás bien? –le pregunté curiosa.
–Sí ¿Cómo estuviste? –preguntó tratando de cambiar de tema.
–Bien... me voy a duchar. –le avisé. Mi madre asintió con la cabeza y se fue a su habitación, cerrando su puerta. Al mediodía, almorzamos en silencio.
–¿Cómo estuvo tu noche? –le pregunté insistente.
–¿Por qué quieres saber? –suspiró mientras revolvía el arroz.
–Porque no te vi muy a gusto que digamos....
–Es largo de explicar....
–Cuéntamelo igual, ma.... Quiero saber. –le dije insistente. Mi madre levantó la mirada, finalmente, y suspiró.
–Debo decirte algo.... Me estaba viendo con alguien.... –me comentó avergonzada.
–¿Ah, sí? –le dije apenas, muy asustada. Pensé que me iba a decir quién era.
–Me gustaba mucho... nos llevábamos bien.... –cuando lo decía me estaba dando rabia.
–¿Y qué pasó con él?
–Me dijo que no nos viéramos más... eso. –me respondió apenada... triste diría yo.
–¿Realmente te importaba?
–Sí... eso creo. –suspiró y se encogió de hombros.
–¿Y qué tal el señor Willis?
–¿Quién? –me preguntó confundida.
–El director de mi escuela... es muy apuesto ¿No pensaste en salir con él?
–¿Cómo se te ocurre eso? –se rio como si le hubiese dicho una estupidez.
–Yo lo noté cómo se miraban y no me lo niegues....
–¡Bueno! Sí... pero no sé si soy su tipo. Tal vez tiene novia, es casado o quién sabe....
–¡Gay no es! –le comenté con picardía.
–Entonces debe tener a todas las mujeres a sus pies.... No quiero volver a eso. –volvió a ponerse triste ¡Si supiera que yo también estuve con Danilo y que fue mi primer hombre, me mataría a mí y a él! Pero era un secreto que me lo iba a guardar para siempre.
Mi madre ya no pasaba a recogerme a la escuela. Antes de irme a casa, me encontré en el pasillo al señor Willis.
–¡Señor Willis! –lo saludé.
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Malena a Los 14
General FictionMalena Despertares, a sus 14 años, transita la etapa más difícil en que se está convirtiendo de niña a mujer. Todo comenzó cuando descubre sus deseos eróticos a través del libro "Pájaros de Fuego" de la escritora Anaïs Nin, que le había regalado su...