Pasó una semana de aquel día. Todavía no me hablaba con mi madre y apenas nos mirábamos. Debía estudiar para mi examen de Literatura hasta tarde, ya que perdí tiempo de estudio por ir a ver a mi padre.
Ese miércoles, mi madre me dijo apenas que no iba a estar en casa sino en Manhattan por el trabajo. Así que, debía ir a la escuela en bicicleta como lo hacía antes de mi huida.
A la salida de la escuela. Tomé mi bicicleta y me fui hacia al McCarren Skatepark a encontrarme con Vera. Sabía que allí me podía encontrar con Chris, pero no me importaba. Pero cuando llegué, no pensé que me iba a poner tan nerviosa. Así como lo supuse, estaba él con sus amigos y el acosador de Corey.
–¡Hey! ¡Male! –me llamó Vera, agitando su mano en alto. Me acerqué desganada hacia ella, ignorando al resto.
–Vera ¿Por qué me citaste aquí? –le dije entre dientes para que Chris no escuchara.
–Bueno... Chris quiere decirte unas palabras ¿Chris? –lo llamó para que se nos acercara.
–Hey, Male. No te enojes con ella. Quería hablar contigo... ¿quieres...? ¿Por favor? –insistió al ver que no le respondía y lo miraba con odio.
–¿De qué quieres hablar? –le pregunté adusta. Ambos se miraron.
–¿Puede ser a solas? Tengo mi coche por allí. –me señaló hacia el sur del parque.
–Está bien.... –le respondí predispuesta.
Nos fuimos a su coche, abriéndome él primero la puerta para que entrara. Chris cerró su puerta y suspiró. Lo miré, esperando que me dijera lo que tenía para decirme....
–Bueno... yo quería decirte que estoy muy arrepentido de.... –carraspeó. –De haberme metido con tu madre... es que... te extraño mucho y no volveré a engañarte. –dijo titubeante.
–¿Y qué quieres que te diga? –fue mi respuesta.
–Verás... quiero que me perdones. Me di cuenta que eres la chica que quiero. Eres distintas a las demás.... Quiero que volvamos a intentarlo....
–¡No, no! Ni lo sueñes, Chris... ya van dos veces que me vas engañando. Primero fue con esa zorra en Barcade y luego con mi madre ¿Con quién más te vas a acostar? ¿Con Vera...? –fue mi conclusión. Noté una expresión rara en su rostro que me hizo sospechar.
–¿Estuviste con Vera? –le pregunté casi segura de que la respuesta era "sí".
–Bueno... no nos acostamos.... –abrí la puerta del coche y me bajé.
–¡Espera, Male! –me siguió Chris, tomándome del brazo.
–¡Suéltame! No tienes mi perdón. –le grité ofuscada, empujándolo hacia atrás. Me alejé de Chris y éste me gritó desde lejos.
–¡Vete al demonio! –yo le respondí enseñándole el dedo del medio. Tomé mi bicicleta para irme a mi casa, pero Vera me detuvo.
–¡Male! Te acompaño.... –me siguió.
–¡No quiero verte a ti tampoco, zorra!
–¡Hey! –dijo sorprendida. –¿Qué le dijiste, Chris? –le gritó Vera agitada.
–¡Estuviste con Chris, tú también! –la enfrenté.
–Fue una estupidez ¡Estábamos drogados y él me dio un beso! ¡Perdóname! –me suplicaba.
–Tú no eres más mi amiga ¡Puta! –le respondí agitada de la angustia. Me subí a mi bicicleta y me fui a mi casa. Llegué apenas al garaje para entrar y vi a Danilo llegar en su coche. Me hizo señas con las luces altas que me encandilaron.
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Malena a Los 14
Narrativa generaleMalena Despertares, a sus 14 años, transita la etapa más difícil en que se está convirtiendo de niña a mujer. Todo comenzó cuando descubre sus deseos eróticos a través del libro "Pájaros de Fuego" de la escritora Anaïs Nin, que le había regalado su...