Durante toda la semana, despertaba mirando al techo sin dejar de pensar en ir a Manhattan... siempre se me aparecía en la cabeza esa idea. Iba a la escuela, prestaba atención y a veces no. Cuando almorzaba o cenaba, mi madre me preguntaba qué me estaba sucediendo que me veía dispersa y no le estaba prestando atención a lo que me decía. Solamente estaba planeando cómo llegar a él, cómo hablarle... y eso me ponía realmente nerviosa.
Era temprano a la mañana. Llegaba a la escuela a prisa para entrar a clases, ya que la campana había sonado. Me acerqué a la puerta del salón de Matemáticas y entré lentamente. Todos mis compañeros se estaban acomodando recientemente, sentándose en sus sitios. Yo me acerqué y me senté al lado de una compañera llamada Cindy. No hablaba mucho, era un poco tímida y por eso no la conocía tanto. Sentí vibrar mi móvil y no pude esperar en verlo. Discretamente lo saqué de mi mochila y vi que era un mensaje de Danilo.
Traté de contactarme con ese número
Me dijeron que lo encontraría a las 8
–¡Señorita Despertares! –me llamó la atención el profesor.
–¡Ya lo guardo, señor! –le respondí nerviosa. Lo puse en el bolsillo de la mochila y entrelacé mis dedos sobre la mesa.
Al salir de la escuela, volví a ver el mensaje. Danilo agregó que me pasaría a buscar a la escuela. Miré hacia todos lados y vi su coche en la esquina. Me acerqué dando trotes hacia él y me topé de golpe con la madre de Vera.
–¡Male! ¡Qué bueno que te encuentro por aquí! –me saludó amablemente.
–Hola, señora.... –le sonreí de nervios.
–¿Tomas ahora el autobús? Si quieres te llevo a casa, así estás con Vera ¿Qué te parece?
–No, gracias... es que debo ir a juntarme con unos compañeros.... –me excusé cortésmente.
–¡Oh! Qué pena.... Cuando quieras, ven a casa que eres bienvenida.
–¡Gracias, señora Esteves! ¡Adiós! –le respondí agitada y un poco ansiosa. Me fui caminando hacia el coche con un poco de ligereza. Entré asegurándome que ya no estaba allí la madre de Vera.
–¿Quién era? –me preguntó confundido.
–Es la mamá de Vera....
–¿Te vio entrar aquí? –me preguntó nervioso.
–No.... Ya se había ido. –me acomodé bien en el asiento. Danilo se quedó mirándome embelesado. Me acerqué a él y nos dimos un beso. Luego arrancó el coche y nos fuimos a su casa.
Allí estábamos. Yo con el teléfono esperando hablar con mi padre y Danilo esperando con ansias, mordiéndose la uña de su dedo pulgar.
–¡Hola! ¿Se encuentra el señor Spencer O'Connor?
–¿De parte de quién?
–De Malena Despertares....
–Un segundo, por favor.... –luego escuché la música de espera ¡Eso me ponía más ansiosa!
–Señorita. Lo siento, pero no le puedo alcanzar con él....
–¿Por qué no? –comencé a angustiarme.
–En estos momentos no se encuentra el señor O'Connor.
–Pero me dijeron que lo iba a encontrarlo a esta hora....
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Malena a Los 14
Narrativa generaleMalena Despertares, a sus 14 años, transita la etapa más difícil en que se está convirtiendo de niña a mujer. Todo comenzó cuando descubre sus deseos eróticos a través del libro "Pájaros de Fuego" de la escritora Anaïs Nin, que le había regalado su...