Pasaron dos semanas de la última vez que discutí con Danilo. Mi madre no la veía mucho y ya era frecuente su ausencia en casa por su trabajo. Vera me mandaba mensajes por todos los medios que podía pidiéndome disculpas, pero yo no tenía ganas de verla ni hablarle. Un día, salí de la escuela y estaba Vera esperándome a la salida en su bicicleta.
–¡Male! –me llamó acercándose a mí. No quise escaparme de ella... la enfrenté como debía.
–¿Qué haces aquí? Te dije que no eres más mi amiga.... –le respondí antes de que me diga su discursito.
–Escúchame. Yo sé que no estuvo bien lo de Chris, pero créeme que no lo hice consciente, estaba drogada y un poco borracha ¡Perdóname! –me suplicaba sinceramente. Era mi amiga y la quería... no podía estar más enojada con ella, más aún si Chris ya no era mi novio.
–Está bien.... –le sonreí.
–¡Volvamos a ser amigas! –gritó de alegría abrazándome fuertemente que me hizo reír.
–Salgamos a tomar algo.... –la invité con más ánimo.
–De acuerdo... ¿Estás sola en tu casa? Puedes venir a dormir a la mía ¿Qué dices? –me sugirió entusiasmada.
–¡Sí! Gracias.... Me siento muy sola en casa. –le contaba mientras nos íbamos al centro comercial. Comimos helado y luego entramos a las tiendas a probarnos ropa... ¡estuvo divertido! Después nos fuimos a mi casa a buscar algunas cosas que necesitaba. Estábamos en mi habitación cuando guardaba mi pijama en la mochila. De repente, Vera se detuvo en mi escritorio.
–¿Tienes una tarjeta de memoria de una cámara? –me preguntó inocentemente.
–¡Sí! La encontré en la calle.... –le respondí nerviosa, mientras guardaba otras cosas.
–¿La revisaste si tenía algo? –siguió preguntándome insistentemente. No sabía si contarle lo que me pasó en Manhattan, posiblemente le podía traer problemas.
–Sí, pero no contiene nada. –le respondí cortante. La tomé y la guardé en la gaveta de mi mesa de noche.
–Ok....
–Vamos. –le dije a Vera, colocándome la mochila en un solo hombro. Salimos de mi casa y nos fuimos en nuestras bicicletas.
Esa noche no pude dormir. Me daba vueltas en la cabeza lo de Danilo. También pensaba en Chad y lo de las fotos... desde ese día que la obtuve nunca quise ver el contenido ¡Me daba miedo lo que podía encontrar! Eran las 3:30 de la madrugada y seguía despierta... tomé mi móvil y revisé si tenía mensajes. Entré a la conversación de Danilo y me tentó escribirle.
Te extraño.
Le escribí sin mandarlo. Luego lo borré. Me levanté de la cama y fui al baño. Cuando salí de allí, vi que la puerta de la habitación de los padres de Vera estaba entreabierta... me acerqué y estaba solamente la señora Esteves durmiendo. Bajé por las escaleras lentamente y no vi a nadie. Fui hacia la cocina y noté que había luz en el escritorio de la casa. Me acerqué de una forma agazapada para que no me escuchara. Me asomé apenas y vi que estaba el señor Esteves hablando por Skype con una mujer. Me puse a escuchar detenidamente lo que estaban diciendo.
–Mañana le diré a Marcia que debo viajar por negocios....
–Pero ¿cuándo le dirás la verdad? Estoy cansada de lo mismo, Tony....
–Ya lo sé, amor... no es tan sencillo....
–Tú me lo prometiste ¡Dijiste que lo resolverías ahora!
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Malena a Los 14
Ficção GeralMalena Despertares, a sus 14 años, transita la etapa más difícil en que se está convirtiendo de niña a mujer. Todo comenzó cuando descubre sus deseos eróticos a través del libro "Pájaros de Fuego" de la escritora Anaïs Nin, que le había regalado su...