Capítulo 38 - Manhattan.

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Residencia O'Connor. –me atendió la voz de una mujer del otro lado. Tenía taquicardia... estaba realmente asustada y ansiosa. Llamé desde un teléfono público después de haber salido de la escuela.

–Hola... buenas tardes. Quisiera hablar con el señor Spencer O'Connor....

¿De parte de quién?

–De Malena Despertares... me dijo que lo llamara a esta hora.

¿Para qué asunto es?

–Es privado, señorita... necesito hablar con él.... Si le dice que lo llamó Malena, él sabrá....

¿Eres una prostituta? Sabes que no se puede llamar aquí....

–¡No! No soy ninguna prostituta... habla... alguien que él conoce ¿Puedo dejarle mi número? Para que él me llame después....

Lo siento, señorita. No hacemos ese tipo de recados. No vuelva a llamar.... –me cortó la llamada. Me dejó con un nudo en la garganta... ¡Era una zorra! No me dejó comunicarme con él... ¿Cómo iba a poder acceder a mi padre? Colgué el teléfono y me fui. Caminé unas cuadras antes de tomarme el autobús. Tenía mucha impotencia y con ganas de descargar esa energía que me estaba matando el corazón. Comencé a llorar y trataba de secar mis lágrimas rápidamente para que nadie me viera. Fui al Luna Park sola... quería despejarme un poco. Llegué en el autobús y pagué mi entrada. Fui al carrusel y estuve cuatro veces en ese juego... el viento golpeaba mi cara y el subir y bajar de mi caballito me hacía sentir que me mecía para calmar mi dolor. Bajé de allí y me fui al Bazooka Blast... deambulé por unos minutos por ahí y me fui hacia la salida. Ya estaba oscureciendo y mi madre me iba a llamar en cualquier momento. Me fijé en mi móvil si había algún mensaje... y no tenía ninguno de ella. Llamé a mi tía para ir a su casa, pero no contestaba.

¡Hey! ¿Male? –me llamó un chico. Me volteé y era Corey, el pecoso. Uno de los amigos y vecinos de Chris. Levanté el brazo para saludarlo y eso hizo que él se me acercara.

–¿Qué dices, Male? ¿Estás sola?

–Sí, ya me estaba por ir ¿Qué haces tú?

–Conseguí trabajo aquí. Estoy en el Circus Coaster. –me señaló el juego.

–Sí... lo conozco. –le sonreí apenas.

–¿Quieres ir a tomar algo? Ya terminé mi turno.

–No, es que me tengo que ir a estudiar....

–Está bien. Te acompaño a la parada del autobús. –seguía insistiendo. Me miraba con cara de libidinoso que ya me estaba incomodando.

–Descuida. Puedo ir sola.... Adiós. –me volteé y me fui rápidamente a la salida. Esperé el autobús a unas cuadras más alejadas de allí, pero igual me siguió.

–¡Hey! ¿Por qué huyes de mí? –me preguntó el muy pesado.

–Corey ¿Qué haces siguiéndome?

–Quería acompañarte, Male ¿Por qué eres grosera conmigo?

–No quiero ser grosera, Corey. Te dije la verdad... debo volver a casa. –ya me estaba asustando.

Malena a Los 14Donde viven las historias. Descúbrelo ahora