Mi madre había salido. Yo debía quedarme en lo de mi tía, pero le conté que salía con Chris y me dio permiso. Me puse una falda estampada con flores y fondo negro, un crop top negro, una chamarra de cuero negra encima y unas zapatillas. Estaba ansiosa mirando por la ventana la llegada de Chris... de repente, llegó su coche y salí a buscar mi bolso. Tocó el timbre y fui rápidamente a abrirle. Estaba bien peinado con una camisa de jean cerrada hasta arriba, unas bermudas color caqui y zapatillas de color rojo. Tenía las manos en el bolsillo y con cierta timidez.
–¡Hola! –le dije con una sonrisa.
–¡Hola! Te ves... hermosa ¿Está tu mamá? –me preguntó nervioso.
–No... Está mi tía, pero ya se recostó ¡Ya estoy lista para salir! –le comenté naturalmente.
–¡Wow! Vamos entonces. –me dijo más relajado y sonriente. Me llevó a un bar donde había gente muy buena onda. Conocí muchos amigos de Chris que me cayeron muy bien. Tomamos algunas cervezas y ya con una sola estaba mareada. Luego salimos afuera a fumar hierba y fue mejor que la primera vez. Hacíamos carreras de skate y nos divertíamos a ver quién llegaba primero a la raya que tenía la calle de concreto. Después nos fuimos los dos solos a una plaza a hamacarnos... nos quedamos quietos, sentados en las hamacas y mirándonos a los ojos.
–Me divierto contigo.... –le expresé.
–Yo también... eres muy dulce, Male. –nos sonreímos. Empecé a torzar las cadenas de la hamaca y soltándola después... él hizo lo mismo y lo encontramos muy divertido ese juego. Nos mareábamos y nos reíamos. Nos fuimos a su coche y me llevó a la orilla de la playa donde estaban los parques de diversiones. Salimos afuera y nos quedamos mirando el mar, sentados arriba del capó.... Nos besábamos dulcemente, volviéndose más intenso. Nuestras lenguas se cruzaban lentamente. Suspirábamos y nos acariciábamos más....
–¿Quieres entrar? –me sugirió excitado. Me mordí la comisura de mi labio inferior y asentí con la cabeza decidida. El rostro de Chris mostró un poco de nerviosismo... suspiró y me tomó de la mano para ayudarme a bajar del capó. Entramos a la parte de los asientos traseros del coche y se me puso sobre mí, con mucha . Pasó su mano en mi pierna mientras yo lo tomaba de su rostro y lo besaba. Luego puso sus manos en mis pechos por encima de mi top. De repente, se desabotonó la camisa y después pasé mi mano en su pecho, yendo hasta el botón de sus bermudas. Su pelo dorado caí como cascada sobre mí, haciéndole correr hacia tras para besarlo. Me tomó de los muslos y me hizo sentarme arriba de él. Tocaba mis nalgas debajo de mi falda mientras nos besábamos. Me saqué el top quedándome en sostén. Él le bajó los breteles, besando intensamente mis hombros, hasta llegar el escote. Me hizo gemir, mientras frotaba mi sexo con el suyo. Me desabrochó el sostén, descubriendo lentamente mis pechos... los tomó mirándome a los ojos y comenzó a lamerlos, pasar su lengua en mis aureolas, luego en el pliegue debajo de ellos haciéndome excitar más hasta terminar en mi cuello... tenía todas las terminaciones nerviosas muy sensibles que todo lo sentía con mayor intensidad. Le desabroché más las bermudas, descubriendo su miembro... Chris las bajó más.
–Ponme este condón. –me pidió cuando lo sacó de su bolsillo. Lo abrí el envoltorio con mis dientes y se lo coloqué. Luego, corrí mi panty hacia un costado. Tomé su pene y lo introduje dentro de mí muy delicadamente. Él abrió más las piernas, para que yo apoyara mis pies sobre ellas. Comencé a moverme de arriba abajo y a veces, un poco hacia adelante... trataba de imitar a mi madre y a mi tía cómo lo hacían ¡y estaba surtiendo efecto! Mi pelo se movía como un péndulo, luego seguía moviéndome mientras lo besaba y suspiraba. Me tomó de las nalgas para acompañar con mis movimientos hasta hacerlos más intensos y rápidos. Jadeábamos de placer... esa cosquilla en mi vulva de tanto friccionar, la sentía cada vez más intensa que pensé que me desmayaría. Chris gemía cuando estaba por acabar, que tomó mis pechos para morderlos apenas.... Acabamos los dos, dando los últimos movimientos y gimiendo. Nos abrazamos fuerte, poniendo su cara entre mis pechos.
Luego salimos a caminar en la playa... nos besábamos abrazados mientras el viento del mar nos bajaba la temperatura. Despeinados y sudados de amarnos, teníamos la ropa arrugada y yo el maquillaje corrido ¡Estaba enamorada de Chris! Su sonrisa, su simpatía y su sensibilidad me hacían sentir muy segura.... Me llevó a casa y nos dimos el último beso dentro de su coche.
–Me gustó salir contigo. –me dijo muy excitado.
–A mí también... la pasé bien contigo. –lo besé y bajé del coche. Se quedó hasta que entré a mi casa. Lo despedí agitando mi mano y él me respondió apenas con un ademán. Cerré la puerta y me quedé suspirando apoyada sobre ella. Mi madre no había llegado y eran las 4 de la mañana. Me fijé en mi móvil si me dejó un mensaje, pero no. La última vez que se había conectado fue a las 8:45. Pensé que la estaría pasando bien ¿Habría salido con el señor Willis?
Me fui a mi habitación y no dejaba de pensar en Chris. Me acosté con su olor en mi cuerpo, ni siquiera quería ducharme para que me quedara su recuerdo hasta mañana.
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Malena a Los 14
General FictionMalena Despertares, a sus 14 años, transita la etapa más difícil en que se está convirtiendo de niña a mujer. Todo comenzó cuando descubre sus deseos eróticos a través del libro "Pájaros de Fuego" de la escritora Anaïs Nin, que le había regalado su...