Candy: This is my life||2nda Temporada AOMT//#WO2018

#4:I got backache

Abro los ojos con pereza. Estoy en mi habitación, en el hotel. Estiro mi brazo para mirar mi móvil. Son las diez, una hora perfecta para despertarse. Aunque preferiría estar en mi casa, con Nash y unas tortitas recién hechas. En lugar de eso tengo a Aaron roncando como si no hubiese mañana y, aunque parezca mentira, una sensación de impaciencia para que llegue el viaje a New York. Espero que sea por mi disco, porque llevo un año trabajando sin parar en él. Le tiene que gustar a las fans sí o sí. Al menos por todo el esfuerzo que he hecho.

Me levanto de mi cama con cuidado de no despertar a Aaron. Me visto con unas mallas y un top básico, me pongo mis Nike preferidas y salgo de la habitación con mi móvil. Al bajar me encuentro a Willie esperando el ascensor como yo.

-Buenos días.-me dice sonriédome ampliamente.

¿Cómo puede sonreír sin desayunar?

Intento sonreír yo también pero no me sale muy bien. En lo único que puedo pensar es en comer.

Nada más llegar a la cafetería, me lanzo al bufete para poner en mi bandeja todo lo que quepa. Tengo muchísima hambre. No sé por qué.

-Buenos días.-oigo detrás de mí. Es Cam junto a Tay. Sacudo mi cabeza para saludarles.

¡Qué manía con hablarme cuando todavía no he desayunado!

Me siento en una mesa con el rubio que estaba con Aaron y que me presentó pero no me acuerdo, y Willie. A mi lado se sienta Cam. Empiezo a comer. Lo que más me gusta del tour, a parte de conocer a mis fans, son los desayunos. Puedo comer todo lo que quiera sin limitaciones.

-¿Cómo puedes ser capaz de comerte todo eso?-alzo la mirada al rubio y sonrío.

-¿Cómo crees que se mantiene este cuerpo?-pregunto esperando que responda que no lo sabe para dar mi respuesta. Me encanta esta respuesta. Encoge los hombros y me río de mí misma.-Mi secreto: comiendo y follando.-

Me río de mi propio chiste y Tay también pero el resto de la mesa, al parecer no.

-Candy...-se queja Cam señalando al niño. Creo que le he traumatizado de por vida.

-Come fibra, Cam.-le doy un pequeño empujoncito y hace una mueca de dolor. Dolor verdadero.-¿Qué te pasa?-

-Lleva unos días doliéndome la espalda y ya no sé qué hacer.-

Vaya.

Ahora me siento mal.

-Pues Candy sabe dar unos masajes...-Tay hace un gesto con la mano de genial y le fulmino con la mirada.

Cam me mira esperanzado.

-¿Me podrías dar uno?-cuestiona haciendo un puchero.

Gruño y sigo comiendo de mi desayuno.

-Está bien... Cuando termine de desayunar.-

Alzo mi mirada y veo a un niño mirándome muy fijamente. Le aguanto la mirada hasta que se rinde y la aparta.

Mi mirada es invencible.

Mierda, ya he terminado el desayuno. No...

-Oye, rubio, ¿te vas a comer eso?-le digo al rubio que sigo sin acordarme de su nombre.

Antes de que responda le quito la bandeja.

-¡Candy! No le quites la comida a Blake.-exclama Cam.

Blake, se llamaba Blake.

Le devuelvo la bandeja a Blake pero cojo un trozo de croissant.

-¿No utilizaste protección la última vez?-habla Tay y le miro irónica.