Dueña de mi silencio, esclava de mis palabras

VEINTIUNO: Humillada

Maratón 5/5

- ¿Y qué sabes hacer? - le preguntó Micaela a Bianca una vez que estuvieron a solas.

- Nunca trabaje, pero sé que soy capaz. - respondió la pequeña.

Micaela la veía de reojo y no podía evitar ningunearla con la mirada.

- Vaya que Lucas tiene un gusto especial. Se nota que le gusta hacer caridad con los pobres - comentó con mordacidad.

Bianca se sentía humillada como nunca antes pero sabía que ahora tenía que soportarlo, en un futuro iba a vengarse a lo grande de esa rubia soberbia.

- Andate - le dijo Micaela. - Que Matías, tu cuñado - acotó con cizaña - te asigne un lugar. Porque si fuese por mi no serías mi barrendera.

La morocha se tragó su orgullo y sin decir una palabra salió de allí.
Esa iba a ser la única vez que alguien la trataba así.
Ella iba a convertirse en una mujer de clase y fortuna.
Ella iba a olvidar definitivamente a Paio.
Ella iba a casarse con Lucas.

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Matt seguía hablando con Lucas en su oficina cuando escucharon alguien llamando a la puerta.

- Adelante - dio paso el presidente.

Bianca entró a paso firme y con altaneria.

- Amor, ¿Mica ya te dio un puesto? - Preguntó Lucas estirando su mano para entrelazar sus dedos a los de ella.

- Me dijo que viniera a que mi cuñado me asigne un lugar - expuso con voz fuerte e inquebrantable.

- ¿Ella me está dejando contratar? - exclamó extrañado Matt. Bianca levantó los hombros en señal de no saber.

- Matt, aunque Bian no tiene experiencia laboral, lo mejor es que tenga un buen puesto, teniendo en cuenta que es la novia de uno de los dueños - señaló Lucas haciendo referencia a si mismo.

- Bien - aceptó Matías. - Voy a ponerte a cargo de un sector, tus tareas van a ser organizativas - le dijo a su cuñada y Bianca asintió con la cabeza satisfecha por su logro.

- Muchas gracias a ambos por la confianza, no los voy a decepcionar - se expresó agradecida Bian abrazando a Lucas.

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Micaela se sentía estresada, recién volvía de su viaje y tenía mucho trabajo por resolver.

Hace mucho no veía a Bruno, y una parte de ella lo extrañaba, aunque nunca lo reconocería.

Vos, yo y una cama en una hora, en el hotel de siempre,¿qué te parece? - M

Finalmente se había decidido por escribirle. Sabía que él estaba en pareja, pero no perdía nada con intentarlo.

El que si perdía era Bruno. Y perdía mucho.

Fue tanta la mala suerte que Laura, quien tenía el celular de su novio ya que él se estaba bañando, fue la que recibió el mensaje.

Cuando Bruno salió de la ducha le arrojó el celular.

- ¿Sabes lo humillada y boludeada que me siento? - grito con lágrimas e intentando no llorar.

- Para Lau. ¿De qué hablas? - Bruno no entendía nada así que estaba revisando su celular para ver que pudo desencadenar esa reacción en su novia.

Hasta que leyó el mensaje de Micaela.

- Puedo explicarte - dijo intentando detenerla ya que estaba yéndose.

- No quiero saber nada más de vos. Sos una basura - le gritó Laura dando un portazo.

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Fin de la maratón! Subí el capítulo ahora porque anoche me dormi.

Voy actualizar esta novela los jueves. Y voy a comenzar unas nuevas, estén atentos a mi perfil!