- ¿Qué haces acá? - le cuestionó Ignacio a la rubia cuando la vio entrar a su oficina, sin golpear con anterioridad, con dos cafés.
- Te debo una, pensé que un café cargado te vendría bien. - Supuso Micaela sentándose sin permiso frente al mellizo y pasándole una de las bebidas.
Eran casi las once de la noche y Nacho tenía que finalizar la investigación que estaba llevando a cabo del caso de los padres de Micaela. Con la sospecha ya localizada era cuestión de tiempo en que la encarcelen hasta esperar el juicio.
- ¿Voy a tener que declarar cierto? - le preguntó pensativa ella.
- Sí - le confirmó él bebiendo un sorbo de café. - Fuiste reina de tu silencio mucho tiempo, ¿cierto?
- Cierto - afirmó ella. - Como te dije, llegó el tiempo de dejarme esclavizar por las palabras.
- Vas a estar bien, solo tenes que repetir lo que dijiste en la declaración que hiciste frente a mi la vez pasada - le aconsejo Nacho. - Te prometo que esta vez nadie va a dejarte detenida.
Micaela largo una risa asintiendo con la cabeza, sabia que su calvario estaba llegando a su fin. Su vida se estaba reacomodando y eso estaba perfecto. Estaba dejando que todo fluya. Carpe Diem nuevamente.
Paulina estaba cocinando la comida preferida de su hija para llevársela al hospital cuando llamaron a la puerta de su casa.
- ¿Paulina Soler? Queda detenida por el crimen intencional hacia Victor Martinelli y Hugo y Marcela Viciconte. - Dijo uno de los oficiales de policía cuando ella abrió la puerta. - Tiene derecho a permanecer en silencio, lo que diga puede ser usado en su contra.
***
¡Hola! Les comento que quedan pocos capítulos para el final de esta historia, por lo cual voy a intentar terminarla este fin de semana así me puedo poner actualizar mis otras novelas. Les pido paciencia y comprensión. Gracias :)
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Dueña de mi silencio, esclava de mis palabras
Teen Fiction"Las palabras se pueden manipular, pueden perder su valor o tener demasiado. En cambio el silencio es más noble. El silencio es algo que se puede compartir. El silencio es estar en control. El silencio es poder. Dicen que somos esclavos de nuestras...