CATORCE: Una pequeña mentira piadosa (Parte 2)

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CAPÍTULO 14

- Bianca - la llamó su mamá mientras ellas se maquillaba. En media hora Lucas iba a pasar a buscarla y no quería que él se demorará de más estando en su barrio.

-¿Qué pasa mamá? Ahora no puedo, sea lo que sea que querés.

- Solo te aviso que Paio esta esperandote. - La explicó a su malcriada hija.

-¿Qué? - Gritó ella.

- Paio, vino a verte. ¿No vas a salir con él? - Preguntó como si fuese lo más obvio ya que Bianca estaba alistandose.

- No. Tengo otros planes que él no tiene que enterarse.

- Ay Bian, que tramas ahora. - Suspiro la mujer - Paio es un buen chico, no voy a mentirle.

- Él será un buen chico pero yo soy tu hija - puntualizó la morocha. - Vas y le decís que estoy durmiendo porque estuve descompuesta todo el día. Que es mejor que descanse y que nos vemos mañana.

- Ah no querida - se atajó su mamá - Yo no voy a mentir por vos, no fue así como te educamos. Siempre es mejor ir con la verdad.

- ¿Sabes que? Te odio. - Dijo Bianca empujando a su madre fuera de su habitación y cerrando la puerta.

Bian no sabía que hacer en ese momento. Paio estaba esperandola y su mamá no iba a ayudarla a salir de esa.
Iba a tener que enfrentar ella misma a su novio, porque ni loca iba a cancelar la cita con Lucas.

- ¿Qué haces acá? - dijo indignada ella saliendo a la vereda donde estaba Pablo esperandola.

- Wow, estas muy linda - dijo embobado él.

- No cambies de tema.

- Sos mi novia, ¿no puedo venir a verte?

- Sí pero ahora no puedo, salgo al cine con unas amigas. - Inventó Bianca.

- ¿Qué amigas? Vos no tenes amigas Bian. - pensó Paio en voz alta causando que su novia se molestara.

- Me ofendes Pablo. Salgo con unas ex compañeras del colegio. - Dijo ofendida la morocha por el anterior comentario de parte de él.

- Okey. No te enojes pupi, es que me parece extraño.

- Surgió a ultimo momento - se excusó la morocha tratando de sacarselo de encima. Tenía que terminar a prepararse y Lucas pasaba por ella enseguida. - Te veo mañana. Te amo. - finalizó dándole un beso y entrando de nuevo a su casa.

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Bruno estaba terminando de hacer cuentas con Alberto, su jefe y dueño del taller. Pablo le había pedido para salir antes e ir a ver a Bianca así que sólo estaban ellos dos.

- Hola - los interrumpió una voz femenina entrando al taller.

- Lau, que sorpresa verte por acá - mencionó Alberto.

- Mi papá me pidió que trajera su auto para su revisión mensual.

- Cierto. Ya me preguntaba cuando iba a traerlo. Me ocupo yo. Podes buscarlo en dos horas. - la aviso Alberto terminando de cerrar las cuentas y tomando las llaves que Laura le daba. - Bruno, ya terminaste por hoy. Te veo mañana.

- Hola Bru - Lo saludó amable ella. Y él respondió finalmente saliendo de su burbuja.

Laura Legal fue compañera de colegio suya, y su novia durante casi tres años. Laura era rubia y bonita, muy sencilla y de buen corazón. Bruno siempre se lamentaba el fin de su relación, pero la pareja se había desgastado.

- ¿Como estas? - quiso saber él.

- Bien. Trabajando y viendo si puedo empezar a estudiar -la contó la rubia.

- Que bueno. Siempre la luchaste - ella le sonrió.

- ¿Qué te parece si vamos a tomar un café? - propuso Laura. - Tengo dos horas.

- Podemos ir a mi casa, es acá no más y no hay nadie - dijo él y ella asintió estando de acuerdo.

- Chau Alberto - se despidieron.

El celu de Bruno sonó antes que saliera del taller, atendió viendo que era Micaela quien lo estaba llamando.

- Hotel, cama de agua, champange, jacuzzi, espumas y yo desnuda. ¿Qué te parece?

- Tentador - afirmó el morocho sin despegar su mirada de Laura, su ex novia que lo esperaba unos pasos más adelante - pero por ahora paso, tengo mucho trabajo en el taller y estoy con el dueño, no puedo salir. Después te llamo. - Sin darle tiempo, Bruno le colgó el teléfono a Micaela.

***

Hola! Los invito a pasarse por mis nuevas novelas: Imposible NO enamorarse y Jugadores fuertes. Voy a estar actualizando ambas en un rato.

Dueña de mi silencio, esclava de mis palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora