CAPÍTULO 7
Papeleo, papeleo y más papeleo.
Micaela suspiro frustrada. Matt le había pasado todas sus tareas importantes a ella y fui ahí cuando la rubia pensó que tal vez él no era el indicado para ocupar la presidencia.Alguien llamó a la puerta de su oficina y no le quedo de otra que decir: pase. Aunque en realidad no quería ser interrumpida con todo el labor que tenía pendiente.
Un joven de cabello castaño y ojos oscuros se aproximó y Micaela fruncio el ceño tratando de hacer memoria sobre quien era. Su mente trabaja rápidamente pero no lograba dar con él. Por un momento creyó que era uno de los empleados pero en ese caso lo hubiera reconocido inmediatamente, no era por jactarse pero se consideraba a su misma como una jefa presente e interesada en sus súbditos.- Veo que no sabes quien sos - rompió el silencio él al ver la cara de confusión de la rubia.
- Estas irrumpiendo mi trabajo, espero que seas alguien importante - respondió con frivolidad ella y rebajandolo.
- Soy Lucas. El hermano menor de Matías. - Se presentó finalmente. - Tu ex cuñado.
- Cierto. Eras un niño en esa época.
- No era un nene - gritó exasperado Lucas. Había creído que ya lo había superado pero el hecho que ella le dijera que era un niño le molestaba. Siempre le molesto.
- Como digas - dijo ella sin darle importancia y volviendo su vista a sus papeles ignorandolo por completo. Tal y como siempre había hecho.
- Estoy acá por que Florencia, la actual novia de mi hermano, afirma que fue amenazada por una soberbia rubia de ojos verdes.
- Sí. Yo lo hice. - Le confirmó sin remordimiento ni culpa ella. - Espero que se lo haya tomado en serio. Porque voy hacerlo.
Lucas no se esperaba esas respuestas de parte de Micaela. Tampoco se esperaba ser tan ignorado por ella. Decepcionado y viendo que la rubia ni lo miraba, salió de allí. Supo que no iba a poder jamás trabajar o estar cerca de ella. Ahora la detestaba profundamente.
●●●●●●●●●●
Dalila había vuelto con Bruno a su casa, con la esperanza que su amiga Luz le prestara un vestido y unos zapatos para poder salir con Matt esa noche.
Estaba nerviosa. Mucho.
No quería hacerse falsas esperanzas, sabía que él sólo la había invitado como agradecimiento por haberle salvado la vida.
Cuando ella lo vio por primera vez a los ojos no pudo evitar sentir electricidad por todo su cuerpo y por un instante, sólo por un instante, Dalila creyó que él también lo sintió.- Así que tenes una cita - sonsacaba Luz mientras buscaba ropa adecuada para su amiga en su armario.
- Es una cena - la corrigió ella tratando de no entusiasmarse aún más.
- ¿Es lindo? - quiso saber la hermana menor de Bruno.
- Es muy guapo. Sí. - esquivó Dali.
- ¿Solo eso vas a decirme? - Se quejó Luz haciendo un divertido puchero.
- Ay basta Luz. No quiero pensar en mi nuevo jefe como otra forma. Y vos no estas ayudando - su amiga rió y le paso un vestido negro para que se probara, dando así por finalizado el tema.
●●●●●●●●●●
Antes de volver a su casa, Matías sabía que tenía que hablar con su socia.
Cuando Lucas volvió y le vio la cara supo que no le había ido nada bien, no era necesario ni preguntarlo. Su hermano se despidió y le dijo que lo veía en la casa. Ahora era Matt el que una vez más tenía que enfrentarse a Micaela.Se demoró dos minutos en tomar coraje y llamar a su puerta. La rubia le abrió y lo dejo pasar.
- ¿Venís a pedirme un puesto de trabajo para Lucas? - lanzó ella directamente.
-No. - respondió él.
- ¿Venís a pedirme que no le prohíba la entrada a tu novia?
-No - repitió él tardando en darse cuenta lo que le había preguntado - para, ¿qué?
- Es una molestia. Una distracción. Llamala como quieras, incluso amor, pero no voy a dejarla que vuelva a entrar a esta editorial. Soy yo quien después tiene que hacer todo el trabajo - sostuvo Micaela y Matt, como siempre, le dio la razón.
Matt no podía creer como aún siendo su ex seguía mandando en su vida, en su trabajo, en todo.
La charla no había salido como él no había esperado. Pero no tenía fundamentos para discutirle, no después de haberse desligado de todas sus responsabilidades y haberselas pasado a Micaela para que se ocupará.
ESTÁS LEYENDO
Dueña de mi silencio, esclava de mis palabras
Ficção Adolescente"Las palabras se pueden manipular, pueden perder su valor o tener demasiado. En cambio el silencio es más noble. El silencio es algo que se puede compartir. El silencio es estar en control. El silencio es poder. Dicen que somos esclavos de nuestras...