VEINTICUATRO: Micaela

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Micaela quedó sorprendida cuando Matías fue a su despacho avisarle que terminará su trabajo porque él iba a salir con Florencia a revisar unos temas de la boda.

Mica se había ido 20 días de vacaciones a Europa, en su ausencia habían pasado varias cosas, todas iguales de sorprendente. Entre ellas, el cambio de Matt las con Florencia; no tan solo habían regresado sino que ahora iban a casarse.
También estaba el asunto de Bruno, quien ahora estaba de novio y ya no podía satisfacerla como antes.
Y la nueva chiquilla que Lucas la había obligado a contratar por el simple hecho de ser su actual conquista, según Micaela era ridículo que le dieran un puesto en la Editorial por acostarse con uno de los dueños. De cualquier manera, Bianca le daba mala espina y más después de enterarse por Dalila todo sobre la joven.

- Señorita Viciconte - la llamo una de sus secretarias. - Está el señor Nayar en recepción, quiere verla, ¿lo hago pasar?

- Claro - murmuró Micaela mientras revisaba los papeles que Matías le había dejado. Quería matarlo, sabía que él era un irresponsable y ahora con el asunto de la boda iba a meter excusa tras excusa para que ella hiciese todo el trabajo.

- Hola hermosa- dijo Ramiro entrando a la oficina y estirando su mano para estrecharsela a la rubia.

- Ramiro Nayar, que sorpresa verte por acá - señaló Micaela quitándose los lentes y poniéndole atención al castaño. - Me temo que debo preguntar si estas por asuntos profesionales o personales.

- Bueno, creo que un poco de los dos. - coqueteo él. - Verte es un placer para mi, pero estoy acá porque mi hermano, Ignacio, fue asignado al caso de los Viciconte.

Micaela no pudo evitar tensarse - Creo que no te estoy siguiendo.

- Sabes que él es fiscal - ella asintió con la cabeza. - Le llegó de la corte Suprema la orden de reabrir el caso 870, el accidente de tus padres.

- Tengo entendido que abrieron la causa al encontrar evidencias que la explosión del avión fue intencional, dos meses después la cerraron al no hallar pruebas - sostuvo Micaela.

- Muchas vueltas, debió ser muy dificil para vos. Por eso creo que ahora que está en manos de mi hermano, se va a poder resolver esto. Vas a poder saber la verdad y si hay culpables, va haber justicia.

Micaela no necesitaba investigación, ella sabía la verdad. Era la única que la conocía y no estaba dispuesta a compartirla, menos ahora. Ella sabía cuando hablar, pero su fuerte siempre fue ser dueña de su silencio. Ahora era momento del silencio.

- Nacho me contó y me pidió que sea yo quien te comentara que reabrieron la causa - siguió hablando Ramiro al ver que la rubia no emitía palabra. - No estas sola Mica, quiero acompañarte.

- No - dijo ella.

- ¿No?

- Quiero estar sola, ahora por favor andate - hablo firme Micaela casi echandolo.

- Bien, supongo que te tenes que procesarlo. Llámame - Le pidió comprensivo Ramiro despidiéndose de ella.

Micaela estaba completamente segura que no iba a llamarlo.

Dueña de mi silencio, esclava de mis palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora