CUARENTA Y UNO: Si de locas hablamos II

114 20 6
                                    

Los ojos le pesaban, al igual que las piernas y los brazos. Su voz aún era débil y no podía hacer muchos movimientos, sin embargo, Dali demostraba mejoría día a día.
Recibia visitas continuamente, y Matt casi nunca se alejaba de su lado.

Esa mañana, su novio fue hasta su casa para darse un baño y descansar, aprovechando que Bruno y Liz habían ido hacerle compañia.

- Nos diste un susto nena - decía su amigo mientras le acercaba un vaso con agua que Dalila bebió con dificultad.

- Sí Dali. Fue horrible, y nosotros como primos de Bianca nos sentíamos culpables - le contó Luz.

- No gorda, no piensen así. No elegimos a la familia. Y nadie tuvo la culpa, ni siquiera ella, estaba ida - la justificó.

- Sos tan buena con todos - le sonrió su amiga. - Amabilidad es tu segundo nombre, no me jodas.

Los tres rieron. Pero luego volvió la seriedad. Bruno tosió un poco al sentirse sofocado, nunca le habían gustado los hospitales.

- Dali. Tenemos que contarte que paso con Bianca - dijo él.

- ¿Ella esta bien? - se preocupó la morocha.

- Sí. Pero fue internada en un psiquiátrico. - explicó Luz. - Tuvo una crisis nerviosa muy fuerte y necesita ayuda médica.

- Pobre, ella siempre tuvo una personalidad complicada. Ojalá se recupere. - deseó Dalila.

- Eso esperamos, pero esta vez, esta sola. Sin Lucas, ni Paio. - reveló Bruno. - Va a tener que aceptar la vida que le tocó y no renegar de ello.

●●●●●●●●●●

Matt había podido dormir dos horas por la mañana al regresar del hospital, ya que había pasado la noche cuidando a su novia.

Cuando estaba por entrar a bañarse, fue interrumpido en su habitación por Florencia, su ex.

- ¿Qué haces acá? - se sobresaltó él. - ¿Cómo entras así a mi cuarto?

- Tranquilo Matías, si hubieras estado desnudo no hubiera visto nada que ya no haya visto - expusó como si fuese lo más obvio la rubia.

Florencia demostraba tranquilidad y confianza, como si ellos nunca hubieran cortado. Matt se quería arrancar todo el cabello, sabía que Flor estaba con serios problemas psicológicos, peores que los de Bianca,  se recordó.

- ¿Qué queres? - le preguntó sin sonar brusco pero no mostrandose considerado. Sabía que cualquier buen gesto de su parte podía confundirla.

-Estuve pensando mucho en nosotros estos últimos días - le contó ella. - Deberíamos retomar nuestro noviazgo. Yo te extraño mucho Matt, quiero que estemos juntos.

Justo lo que Matt quería evitar. Quería matar al papá de Florencia, ¿cómo podía dejarla salir cuando su hija padecía esquizofrenia?

- Mira Florencia - suspiró él no sabiendo como no ser malo pero cortar con las esperanzas de ella. - Tuvimos una relación bonita pero yo ya no te quiero, lo nuestro dejo de funcionar hace mucho.

- Pero mi amor, podemos hacer que funcione - intentó convencerlo Flor aproximándose a Matt que se alejaba más y más de ella por lo cual ya estaban en el balcón de la habitación.

- Florencia, estoy con otra mujer a la cual amo, no quiero nada con vos - hablo con firmeza haciendo que su ex perdiera el control.

- No podes hacerme esto - gritó ella. - No voy a tolerar que otra tilinga me quite lo que es mío.

- No soy tuyo Florencia - exclamó molesto Matt - no soy una cosa, soy una persona.

- Vas arrepentirte de este desplante - lo amenazó ella. - Nunca más vas a descansar tranquilo. - Le advirtió segundos antes de arrojarse por el balcón dando de lleno contra el pavimento del patio.

- Noooooooo - gritó Matías al ver lo que su ex estaba haciendo.

Dueña de mi silencio, esclava de mis palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora