Miércoles - 17:40 horas
Micaela ingreso por la puerta de su departamento llevándose la sorpresa que Bruno estaba terminando de juntar sus cosas.
- Hola desaparecida - le sonrió él mirándola para luego focalizar su atención en embalar la última caja.
- Hola - murmuró ella. - ¿Y esto? - preguntó señalando las cajas.
- No pude contarte antes, pero voy a mudarme. - Le contó él. - Con mi amigo Paio conseguimos en un departamento.
- Departamento de solteros - bromeó la rubia.
- Algo así, esta mañana firmamos el contrato y queremos aprovechar esta tarde y lo que resta de la noche para mudarnos. Como no tenemos muchas cosas, no va a ser difícil.
- Espero que no estés desesperado por mudarte a causa mía, te dije muchas veces que no es problema que te quedes el tiempo necesario.
- Lo sé Mica, y estoy muy agradecido con vos. Te debo muchas.
- Así que... es nuestra despedida. - pensó ella en voz alta y sonriéndole con nostalgia.
- No necesariamente - sonrió con picardía él.
- De hecho... sí - afirmó la rubia. - Es mejor que sea el fin.
- De acuerdo, si el lo que queres. - concordó Bruno.
- Es lo que quiero - le aseguró la rubia dejándole un último beso y entrando a su habitación. - Cuando salgas deja las llaves en la mesa de la cocina - le gritó desde adentro de su cuarto.
Miércoles - 10:28 horas
- Voy ayudarte, lo juro. - Le prometió Ignacio Nayar a su lado. - Quédate tranquila.
- Viciconte, Micaela Lorena - la anunciaron por alta voz. La rubia tomo una gran bocanada de aire y camino a paso firme y con su ímpetu característico.
Se adentraron a una oficina del juzgado, donde el juez a cargo del caso de sus padres los esperaba.
Después de las debidas presentaciones, Ignacio procedió a leer la causa, las acusaciones y demás ítem que se fueron desarrollando durante su trabajo.
- Excelente señor Nayar, siempre tan eficiente - lo felicitó el Juez Archimendi. - Entonces, señorita Viciconte, ¿está consciente de las consecuencias de su acto?
- Sí señor - respondió ella manteniéndose fuerte y sintiéndose segura al tener a Nacho a su lado.
- Ocultar evidencia a la justicia en un delito la convierte en cómplice del mismo, deberá cumplir un escarmiento penal a convenir a la hora del juicio. Puede pasar muchos años en prisión por su error señorita Viciconte.
- Lo sé.
- Señor Juez. - lo interrumpió Nacho. - Creo que no esta en discusión el error que cometió Micaela, pero ahora esta ayudando a que la causa se resuelva rápido. Esta siendo colaborativa y tuvo razones emocionales para encubrir lo que sabía. Además todavía no sabemos que tan relevante es para el caso la carta que la señorita escondió - intentó persuadir al juez para reducir la condena a la rubia.
- Nayar, vamos hablar luego en privado - aseguro Archimendi. - Pueden retirarse.
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Dueña de mi silencio, esclava de mis palabras
Novela Juvenil"Las palabras se pueden manipular, pueden perder su valor o tener demasiado. En cambio el silencio es más noble. El silencio es algo que se puede compartir. El silencio es estar en control. El silencio es poder. Dicen que somos esclavos de nuestras...