Capítulo 8

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Me siento cansada y con sueño pero no quiero quedarme dormida porque Nathan también ha bebido mucho y no quiero que pase nada. Pongo mi mano en mi muslo y Nathan pone la suya encima de la mía, entrelazo nuestros dedos y de vez en cuando me da un ligero apretoncito que me hace regresar a la realidad, todo el camino es silencioso, pero no incomodo sino tranquilizador, sé que estamos a punto de llegar porque pasamos de largo la escuela, ya quiero llegar a casa estoy muriéndome de sueño. No sé qué es lo que sucede simplemente siento un fuerte golpe en el costado derecho, Nathan pierde el control del auto y al mismo tiempo suelta mi mano, de repente solo se que estamos girando, son muchos giros que me hacen perder el conocimiento.

Abro los ojos y no se en donde estoy, estoy acostada en una camilla, hay muchas luces azules y rojas, muchas personas. A un costado de donde estoy veo dos autos destrozado, entonces lo recuerdo, recuerdo el golpe, a Nathan perdiendo el control y los giros, intento moverme pero el dolor me detiene, me duele el brazo del lado que recibí el impacto, también el cuello y la cabeza. Una señorita vestida de doctora se acerca y me examina antes de comenzar a hablar.

-¿Cómo te llamas hermosa?- ese "hermosa" me hace recordar a Nathan, ¿dónde está?

-Mi...- me detengo pues el dolor en mi costado es insoportable. Respiro y lo intento de nuevo.- me llamo Mika. ¿Dónde está Nathan?

-Hola Mika, mi nombre es Dian y has tenido un accidente, pero estas bien no ha pasado nada grave, tú acompañante esta...- en ese momento alguien llega corriendo y se acerca a la camilla, cuando veo quien es me relajo un poco, había olvidado esos ojos tan hermosos, me toma de la mano y me miran alterado. Mientras la enfermera me pone un collarín y me sigue examinado.

-Mika...- su voz está llena de pánico y su mirada alterada.

-Nath.- me detengo porque me duele y el me mira con preocupación.

-Joven, usted también estuvo en el accidente, ¿por qué no están atendiéndolo?- le dice Dian a Nathan pero este ni siquiera la mira, en eso llega corriendo un señor igual vestido de doctor.

-Nathan, que crees que estás haciendo, no puedes levantarte así, ni siquiera te hemos revisado.- entonces entiendo todo, no dejo que lo revisaran para verme. Lo examino detenidamente y tiene un golpe en la cabeza, se ve morado y rojo, su brazo esta raspado y también con golpes, tienen que revisarlo.

-No hace falta, estoy bien.- Lo dice con los dientes apretados y sin apartar la vista de mi.

-No, no estás bien, tienes un enorme golpe en la cabeza y podría ser una contusión tenemos que revisarte.- le dice el doctor. No se había dado cuenta del golpe porque cuando se toca hace una mueca de dolor y noto que se marea porque me aprieta más con una mano mientras se sostiene con la otra y cierra los ojos.

-Amor, ve a que te revisen.- le susurro sin respirar para evitar el dolor.

-Vale.- me dice y se inclina para darme un pequeño beso en los labios y después va con el doctor. Comienzan a llevarme a la ambulancia. Lo miro y de repente veo como cae al suelo, simplemente se desvanece y el doctor solo alcanza a detener su cabeza para impedir que se golpee y grita a alguien. Me quedo pasmada, no sé qué es lo que le sucede, intento levantarme para ir con él, no me importa el dolor, pero la doctora me detiene.

-Mika basta, solo vas a hacerte más daño, tenemos que llevarte al hospital.- alcanzo a ver cómo llegan más doctores a donde él está y lo suben a una camilla.

-No, no, espere, Nathan.- digo y se me rompe la voz, la doctora me mira y veo algo en sus ojos, quizá lastima. Siento como la ambulancia acelera.

-No te preocupes va a estar bien, ahorita la que importas eres tu.- me indigno y lágrimas comienzan a caer por mis mejillas, como se le ocurre decir eso.- ¿Hay algún familiar al que podamos llamar?

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