Al terminar las clases mis calificaciones no son tan malas, tengo dos 10, dos 9 y un 8, no me quejo, espero que a Math le haya ido mejor que a mí, voy al estacionamiento y me está esperando con Giselle, están recargados en el auto de Dann.
-¿Cómo te fue?- pregunta Giselle.
-Bien, ¿a ti?
-No le preguntes.- dice Math bromeando, ya me lo imagino. Giselle pone los ojos en blanco.
-Tengo puro 10.- dice burlándose de Math y comienzo a reírme.
-Qué bien.- la abrazo.- felicidades.
-Gracias, a Math no le preguntes.- suelto a Giselle y miro a Math, me sonríe y se encoje de hombros.
-No reprobé.- se apresura a decir.
-Pero...
-No me fue muy bien que digamos.
-¿Cuánto tienes?
-Un 10, dos 8 y un 6.- niego con mi cabeza.
-Nos pondremos a estudiar para la próxima.- asiente.
-Gracias.- toma mi mano y me jala hasta que choco con su cadera, se inclina y me besa.
-Hey, chicos.- se queja Giselle y me aparto de Math. Dann llega y rodea con su mano la cintura de Giselle.
-Hola.- nos saluda.- ¿Cómo les fue?- Math pone los ojos en blanco y Dann comienza a reírse.
-Ya vámonos Mika.- me suplica y comienzo a reírme.
-¿No le fue bien verdad?- niego con la cabeza y dejo que Math me guie a la moto.- ¿A ti?
-Bien, creo.- sonrió, Math ya está poniéndome el casco.- Nos vemos al rato.
-Conduce con cuidado esa cosa Math.- le dice Dann y Math sonríe.
-Yo siempre conduzco con cuidado.
-Lo sé, pero le prometí a tu mamá que siempre te lo recordaría.
-Gracias.- dice Math sonriendo y sube, yo subo detrás de él, nos despedimos de Dann y de Giselle con la mano y salimos del estacionamiento. No vamos a mi apartamento ni a su apartamento, porque toma la dirección contraria, pero no digo nada porque no quiero distraerlo de la carretera. Cuando por fin se estaciona estamos es un claro, que extrañamente esta pavimentado, me bajo de la moto y me quito el casco, lo dejo en el asiento.
-¿Qué hacemos aquí?- pregunto muy intrigada. Se baja de la moto y se quita el casco, después toma el mío y me lo vuelve a poner, entonces recuerdo que iba a enseñarme a conducir.
-Regla número uno: No te quites el casco. -asiento.- súbete.- me pide y toma mi mano para ayudarme. Comienza a explicarme lo que tiene la moto y para qué sirve.- no es difícil.- le creo. Me explica cómo ponerla en marcha.- ¿lista?- no estoy muy segura.
-Math...- sé que yo le pedí que me enseñara, pero ahora estoy asustada.
-Regla número dos: No entres en pánico, el pánico es lo que te destruye.- asiento.- Enciéndela.- comienza a darme instrucciones, ya me lo había explicado, pero ahora me da paso por paso hasta que estoy conduciendo, lento pero lo he logrado sin hacerme ningún daño.- Eres la primer persona que me entiende a la primera.- sonrió.
-La primera ¿he?- le digo con una ceja levantada, freno y él se queda sonriendo.
-Digamos que intente enseñarle a un par de chicas.- sonríe como disculpándose.- Pero no funciono.
-Porque yo te pongo atención y no me pierdo en tus ojos.- digo como si nada y el comienza a reírse.
-¿Entonces eso era lo que pasaba? Pensé que era un mal maestro.
ESTÁS LEYENDO
Comenzar de cero
Storie d'amoreMika es una chica de 17 años que inesperadamente se enamora, ella piensa que es el indicado pero las cosas se complican, llega gente a su vida y suceden cosas que la harán tomar decisiones que nunca creyó tomar, cosas inesperadas, personas inesperad...