21. Genial

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Inuyasha

Una suave respiración me despierta de mi profundo sueño, abro los ojos un poco confundido, desorientado y aun con sueño. Me cuesta un poco mantener los ojos abiertos por lo que supongo debe de ser muy temprano. Siento el calor que desprende un cuerpo junto al mío lo que me hace que estremezca, miro a mi lado y juro que el cielo se abrió y una luz resplandeciente la iluminó.

Kagome está dormida cómo un ángel a mi lado, su respiración es suave y lenta, su cuerpo desnudo pegado al mío me hace que mi corazón se acelere. Aún no puedo quitar de la cabeza su cuerpo y el mío unidos. Fue algo sensacional, Kagome tiene un poder en mí que asusta, ella es tan perfecta. Mi mente nunca olvidará sus reacciones. Sus suspiros, jadeos, gemidos, como se retorcía bajo mi cuerpo, como gritaba mi nombre, el choque de nuestras caderas, el sabor de su cuerpo, el aroma que desprende su piel. Es más que perfecta. Paso mi dedo índice por sus hombros desnudos. Aún no me lo creo, si es un sueño no quiero que acabe nunca, es más, haría todo para no despertar, Kagome es sinónimo de mi felicidad.

Cuando besaba su suave y blanca piel pude notar que tiene un lunar en uno de sus pechos, y es extraño ya que cuando me deleité con ellos en mi despacho no lo vi. Miro a Kagome y sigo con mi recorrido, las blancas sabanas solo cubren su intimidad, dejando a mi vista sus deliciosos pechos. No la quiero despertar, sin embargo, mis deseos de tocarla y besarla son más grandes. Beso sus labios, pero sigue durmiendo, bajo descendiendo por su cuello y lo beso suave y lento, saco mi lengua y la lamo lentamente, Kagome suelta un pequeño jadeo y yo sonrío victorioso. Abre de a poco sus hermosos ojos chocolates y me sonríe feliz.

—Buenos días—saluda estirándose un poco y haciendo que sus huesos crujan. ¿Es posible que esa simple acción me parezca de lo más sexy?

—Buenos días, hermosa—me acerco y la beso robándole la respiración.

—Uhmm... Delicioso, creo que este día será genial—susurra mirándome intensamente.

—Ya lo es—respondo sin despegar mi mirada de sus chocolates.

—Gracias—la miro confundido.

—¿Por qué?—ella se sienta cubriendo su cuerpo con la sábana.

—Por la magnífica noche que me hiciste pasar—responde feliz, su sonrisa es tan... Genial.

—No tienes que agradecer. Te dije que tu primera vez sería especial, solo cumplí mi promesa, porque amo verte con esa hermosa sonrisa y tus ojos brillando, te amo Kagome—confieso feliz.

—Fue más que especial, eres una de las cosas más hermosas que me ha regalado la vida. Ya no podría vivir sin ti, eres todo lo especial, te adoro Inuyasha. El saber que seré tu esposa pronto hace que mi estómago este revuelto de mariposas, pero más bien creo que son murciélagos—suelta una risita nerviosa—no sabes cómo me hace feliz que fueras el primer hombre en tomar mis besos, mi cuerpo y mi alma. Eres todo lo que quise, eres mi sol, mi luna, eres la fuente de mi felicidad, te amo tanto Inuyasha, no puedo describir lo que me haces sentir—la interrumpo posando mis labios en los suyos, quito las sábanas dejando su cuerpo a mi alcance y vista.

—Te haré el amor—sin darle tiempo a responder la beso, la amo y le hago todo lo que nos gusta hacer, Kagome mi perdición y mi bendición, ilógico en la vida.

*********

—Dios, que intenso eres—dice dejándose caer en la cama, acabamos de hacerlo por segunda vez. La sonrisa que tengo en mi rostro dudo que alguien la pueda quitar.

—Y no sabes cuánto—beso sus labios y me levanto desnudo, su vista se enfoca en mi cuerpo y se muerde el labio, arqueo una ceja—¿disfrutando la vista?

Kagome La niñera De Mi HijaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora