36. ¿Embarazada?

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Inuyasha

Mis ojos no se apartan de ella ni por un milésimo de segundo. Mis labios han perdido todo tipo de habla y siento mis piernas débiles. Su sonrisa dulce me disloca totalmente, no puede ser que después de todo este tiempo pérdida, muerta, aparezca como si nada frente a mí. No puede ser real esto. Pero la miro y parece más viva que nunca. Su cabello está más largo de lo que recordaba. Su piel siempre pálida, pero hay algo en su mirada que cambio mucho. Algo imposible para mí de descifrar.

—Inuyasha, ¿no me invitas a pasar?—me pregunta, su tono de voz parece tan cercano y a la vez tan... Distante.

—Kikyo—susurro por fin su nombre ya que mis labios se negaban a pronunciar alguna palabra.

—Como no me invitas me invito por mi cuenta—dice y me hace a un lado entrando por completo a la mansión.

Los oficiales la miran y luego siguen en su trabajo. Ella camina como si fuera su casa (ya no lo es), se sienta en los muebles como toda dueña y señora de la casa.

—¿Cómo es que estas viva?—pregunto todavía aturdido.

—Cuando subí en el avión te envíe un mensaje, ¿recuerdas?—asiento. Su mensaje decía que me amaba y que cuidara bien de Yui—entonces luego de horas de vuelo fui donde el capitán a reportar que el chico a mi lado no me dejaba en paz. Cuando llegue vi que estaba todo alborotado y sentí miedo entonces me dio su paracaídas y pidió que salve mi vida que estábamos cerca de una isla. Hice lo que me dijo y me salve, pero no sabía controlar bien el paracaídas y entonces me golpee la cabeza perdiendo la memoria. Unos buenos señores me ayudaron. Después de cuatro meses recupere la memoria, pero no tenía ni un centavo y tú cambiaste el teléfono. Tuve que esperar mucho que me ayudaran y entonces hace una semana logre llegar al país, pero solo hoy tuve el valor de venir a ti. Te amo Inuyasha—se lanza a mis labios y yo me quedo petrificado.

Ella mueve sus carnosos labios sobre los míos, pero yo soy incapaz de hacer movimiento alguno. Kagome me odiaría si le correspondo. Con este pensamiento la aparto de mí y veo rabia en sus ojos.

—Lo siento Kikyo, fue mucho el tiempo que estuviste fuera, conocí una hermosa mujer que es dueña de mi corazón ahora. Sé que tú eres la madre de mi hija, pero ya no te amo, lo siento de verdad—sus ojos mandan ráfagas de fuego.

—¿Quién es ella?—pregunta con lágrimas en los ojos. Me parte el alma verla de esta manera, pero necesito ser sincero con ella.

—Se llama Kagome Higurashi, es una estudiante de arquitectura, aunque solo le falta la graduación que es pronto. Ella estuvo junto a mí en todo momento, siempre me apoya, es como una madre para Yui. Ella está embarazada, aunque todavía no lo sabe—le digo lleno de nostalgia.

—¡¿Qué ella está qué?!—pregunta alarmada Kikyo.

—Embarazada—respondo confundido.

—¿Dónde está esa mujer?—pregunta molesta cruzándose de brazos.

—Está secuestrada porque salvó la vida de nuestra pequeña—le hago saber y ella rueda los ojos.

—Te sugiero que alejes a esa tipeja te ti. Yo soy tu esposa y ella solo es una estúpida que de seguro solo quiere tu dinero—dice arrogante. Se acerca a mí y enreda sus brazos en mi cuello.

—No lo haré Kikyo, yo amo a esa " tipeja como dices—alejo sus brazos de mi cuello.

—Inuyasha, esa mujer no es para ti—susurra mientras se acerca

—Es la mujer que amo—hablo de manera dura.

—Solo es porque no estaba, pero ya estoy contigo amor—murmura.

—Acéptalo Kikyo, sé que es fuerte, pero debes aceptarlo—me corta los ojos y camina lejos de mí.

—Nos veremos pronto Inuyasha—y sale como alma que lleva el diablo.

—Señor tenemos algo—el oficial a cargo del caso de Kagome llama mi atención.

—¿Qué es?—pregunto mientras camino rápido hasta donde ellos.

—La dirección de donde se encuentra la señorita—mi corazón se acelera y mi pulso estalla.

—¡Entonces vamos!—exclamo sintiendo el nervio a mil.

—Todos arreglen su equipaje y vamos, ¡ya!, ¡ya!, ¡ya!

Solo espero que Kagome aguante hasta que llegue por ella.

Kagome

Mi cuerpo tiembla del frío y no sé si pueda seguir aguantando. Mis energías están por el suelo y ya me siento vencida. Ella al parecer ganó la guerra donde siempre llevo un paso delante de mí.

—Kagome querida—su horrible voz se escucha entre las paredes del lugar donde me encuentro. Me quedo en silencio—estuve con Inuyasha hoy y tuvimos una tarde muy salvaje—susurra mordiéndose el labio.

—Él jamás me traicionaría—digo sintiendo revolotearse mi estómago.

—Tu hora llego querida hermana—susurra con sarcasmo sacando un arma.

—Kikyo, mátame si lo vas hacer—susurro dolida. Estoy asquerosa. Huelo horrible porque tuve que orinarme encima y me veo asquerosa.

—Primero te daré un detalle—me rodea dando vueltas alrededor de mi cuerpo—descubrí que tú, maldita zorra, estas embarazada—hala mi cabello y una lágrima traidora pasea por mi rostro.

—¿Embarazada?—pregunto y es entonces donde sé que me pasa. Los mareos, los vómitos, el dolor en mis pezones, todo era porque una pequeña vida se formaba en mi vientre. Entonces el miedo a perder a esa pequeñita vida que se forma en mi vientre llega a mí. No quiero que muera, quiero que viva. Es un o una pequeña de Inuyasha y mía. Mi primer bebito.

—Si estúpida y mira lo que hago—golpea mi vientre y el dolor hace arquearme mientras las lágrimas bajan por mis mejillas.

—No por favor, mi bebé—ruego en vano. Se aleja y luego viene con un bate de hierro.

—Le daré la bienvenida al mundo a mi sobrino o sobrina—susurra con sarcasmo y luego golpea mi vientre una y otra y otra vez. La sangre baja por mis piernas y las ganas de vivir se van con esa pequeña vida que solo hace minutos supe que existía.

—Mátame—murmuro—hazlo o yo te mataré a ti—levanta su arma y me apunta.

—No pensaba dejarte viva—susurra y siento uno y luego otro disparo, cierro mis ojos y los abro—adiós hermanita—y se marcha. Cierro los ojos y lentamente me dejo ir.

—¡Kagome!—la voz de Inuyasha me acompaña a irme lejos de aquí...

Holiwiss mis amores
Hoy no iba a escribir pero las ganas de enviar a ustedes un nuevo capítulo pudieron más que yo.

Espero que no me odien por lo de kagome.

¿Creen que se salvará?

¿Será el final de Kagome?

Espero ver sus magnificos votos y comentarios.

Sayonara...

Kagome La niñera De Mi HijaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora