20. Marry you

6.1K 366 71
                                    

Inuyasha

Después de llevar nuestras pertenencias a la habitación principal, llevo a Kagome a dar un recorrido por la mansión de campo. La cual cuenta con 12 habitaciones (cada una con su baño), la cocina, la sala principal, dos pisos, una piscina, el establo etc. Mientras más cosas le mostraba más se agranda esa agradable y bella sonrisa que posee. Cuando le explico algo, se me hace verdaderamente complicado teniendo en cuenta que ella posa su mirada en mí, aunque nunca se lo he hecho saber, esa mirada me pone muy nervioso, tanto que podría tartamudear y ahí si quedaría al descubierto.

—Y eso es todo—ella me sonríe feliz y yo le devuelvo la sonrisa.

—Es hermosa la mansión—dice mirando todo con curiosidad.

—No más hermosa que tú—mis palabras consiguen un sonrojo en sus mejillas, lo cual la hace ver adorable.

—Gracias—me dejo caer en la cama.

—No agradezcas, todo por complacerte—la verdad no recuerdo la última vez que estuve tan feliz. A pesar de que a Kikyo la quise, nunca llegué a sentir por ella lo que siento por Kagome, son tan parecidas y tan diferentes.

No niego que al principio me acerqué a Kagome con el propósito de buscar a Kikyo en ella, sin embargo, su dulzura e inocencia me hicieron darme cuenta de lo idiota que estaba siendo. Ellas son muy diferentes, Kagome consigue que mi mundo se vuelva de cabeza con su sola presencia. Algo que Kikyo nunca pudo hacer.

—Aun así te quiero agradecer—sin esperarlo se sienta en mis piernas, poniendo sus hermosas piernas a cada lado quedando ahorcadas de mi cuerpo.

—No sabes la hermosa vista que tengo desde aquí abajo—le hago saber con una sonrisa, ella enmarca una ceja.

—¿A si?—pregunta con voz sensual haciendo que cambie mi posición de golpe.

—No juegues conmigo—advierto y ella sonríe inocente, lo cual no es en este preciso momento.

—No lo hago, Inu...yasha—me sonríe mientras que con cada palabra baja el tono de su voz.

—Kagome—la miro amenazante y ella me sonríe mientras se muerde los labios haciendo que mi mirada caiga de inmediato en ellos.

—Hazlo—susurra y es todo, no espero más y junto mis labios con los suyos.

¿Dónde quedo mi inocente Kagome?

El beso es suave, pero demandante. Mis manos viajan a su cadera y se quedan ahí apretando a Kagome para tenerla más cerca, su lengua entra en juego con la mía y estoy perdiendo mi auto-control, y más cuando ella mueve sus caderas de manera insinuante. Dios, dame fuerzas para no destrozar su ropa y hacerla mía.

—¡Inuyasha!—su gemido hace que use el poquito de auto-control que me queda.

—Ka gome, creo que deberíamos parar—sugiero y la separo lenta y dolorosamente de mí.

—¿Por qué?—su inocencia hace que sonría.

—Porque no quiero que tu primera vez sea de esta manera, quiero que sea especial, tanto para ti, como para mí—le aclaro—y no quiero que vayas a pensar que no te deseo, todo lo contrario—la aprieto a mí y sus mejillas se tornan rojas al sentir mi miembro—eso debe de confirmarte todo.

—Te amo—mi corazón late muy deprisa y eso es a causa de las palabras de Kagome.

—Yo también pequeña—susurro abrazándola.

—¿Descansamos?—la miro a los ojos, esos preciosos ojos chocolates que me hacen sentir pequeño.

—A dormir—me acomodo y abrazo a Kagome para que se acerque más, su cabeza descansa en mi pecho.

Kagome La niñera De Mi HijaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora