V. ¡Al diablo el orgullo!

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¡Hola! Aquí les traigo un capítulo nuevo y largo. Va dedicado especialmente para @sleescreams con motivo de su cumpleaños que es el viernes. ¡Muchas felicidades corazón! Espero que les guste el episodio.

Sé que tienen muchas dudas y que tendrán más con este capítulo pero tengan paciencia. Van a descubrir que no todo es lo que parece y que poco a poco iremos respondiendo la pregunta más importante: ¿qué pasó en esos cinco años?

DISFRUTEN SU LECTURA...

Inés llevó a los pequeños a la oficina y los dejó con la niñera. Después se dirigió a la sala de juntas y durante dos horas negoció la compra de una empresa.

*Oficina Inés*

–¡Vaya! Pensé que nunca los convencerías, Inés –dijo Camila abrumada. –Fueron bastante duros de roer.

–Era lógico, Camila –intervino Diana Elisa. –A pesar que el dueño anterior no estaba ya en la administración, la empresa simbolizaba algo importante para él y si no hubiera sido porque estaba en quiebra total, nunca la habrían vendido.

–Creo que esto es algo para celebrar –caminó a la barra de la oficina para servir tres copas.

–¿Qué estamos celebrando? –Cuestionó Héctor.

–¡La firma del negocio, idiota!

–¿Cuándo me vas a respetar, Camila? –Divertido.

–¡N-U-N-C-A!

Todos soltaron la carcajada. A decir verdad, los momentos que pasaban juntos siempre eran increíbles y únicos.

–Bueno, bueno, te dejaré en paz un momento porque me interesa hablar de algo más importante con Inés –le sonrió pícara –¿cómo van los preparativos para la boda?

–¡Ay, sí, Inés! –Se emocionó, Diana. –¿Ya está todo listo?

Inés sonrió apenada. –Sí, ya está todo listo para este fin de semana y debo confesarles que estoy muy nerviosa.

–No tienes por qué estarlo –la abrazó Héctor. –Vas a ser la novia más hermosa de este mundo.

–De eso no tengo ninguna duda –dijo una voz masculina entrando a la habitación.

–¡Luciano! –Sonrió Inés. Se dirigió a abrazarlo. –¿Qué haces aquí? Me dijiste que tenías mucho trabajo.

–Me escapé un momento del yugo de mi jefe –mirando a Héctor –para venir a ver a la mujer más hermosa del mundo.

–¡Ay, no! –Con asco. –Va a empezar la hora de la cursilería y eso no va conmigo así que me retiro –sonrió –los veo esta noche en la cena, ¿vienes conmigo, Diana?

–Claro.

Ambas se retiraron de la oficina dejando a Inés con los dos hombres.

–¿Todo listo, Cisneros? –Inquisidor.

–Hombre, tranquilo –le sonrió –sabes bien que la adoro y que jamás la voy a lastimar.

–Más te vale porque por mucho que seas mi amigo, no dejaré que dañes a mi hermana, ¿está claro?

–Clarísimo. –Le palmeó el hombro. –¿Me dejas un momento a solas con ella o tampoco se puede?

Héctor sonrió, le dio un beso a Inés en la mejilla y salió del lugar dejando a los prometidos solos.

Esclava del SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora