XXII. Salto de fe

939 100 8
                                    

Después de la conversación, Inés se despidió de Victoriano y salió con los niños rumbo a la oficina acordando que se verían esa noche en el departamento de ella. Victoriano se encargaría de la mentira que, a decir verdad, no necesitaba frente a Diana Elisa porque ella ya lo sabía todo. Sólo que Inés no estaba enterada ni podía enterarse.

*Corporativo RH*

Inés llegó corriendo a la junta. Dejó a los pequeños con la asistente y entró a la sala donde se disputaba la negociación.

–Una disculpa por mi demora, había mucho tráfico. –Se sentó en la cabecera de la sala ante la mirada de desaprobación de Héctor. –¿Comenzamos?

La junta resultó benéfica para el corporativo, principalmente para Inés y Luciano. Al término, Camila jaló a Inés para su oficina.

–¿Me quieres explicar ahora qué hiciste? –Le reclamó Camila.

–¿Por qué? –Desconcertada. –¿Qué ocurre, Camila?

–Tu madre vino a verme temprano y me preguntó qué pasaba entre Victoriano y tú.

–¿Qué rayos le está pasando a mi madre? –Abrumada. –Supongo que después de verte a ti, fue a buscar a Victoriano porque cuando llegué por los niños, él estaba en una cafetería con ella.

–¿Sabes de qué hablaron?

–No... Victoriano me dijo que sólo le pidió que se alejara de mí pero tengo la impresión de que pasó algo más. No sé.

–Pues entonces habla con doña Elena y pregúntale directamente de qué habló con Victoriano, creo que estás en tu derecho de saberlo.

–Tal vez sea la única forma de averiguarlo pero dejaré que pasen unos días, quizá cuando la vea, salga el tema y pueda saber de qué hablaron.

En ese momento llegó Héctor con un semblante molesto y pidió hablar a solas con Inés. Cuando Camila salió, la discusión comenzó.

–¿Qué te sucede, Inés? –Enfadado. –Estás comenzando a actuar muy extraña. Llegas tarde, se te olvidan las cosas y entregas el trabajo a medias. ¿Puedo saber por qué demonios? –Alterado.

–He tenido muchas cosas en qué pensar.

–¿Acaso esas cosas llevan por nombre Victoriano Santos?

–¡No, Héctor! No empieces con tus inventos estúpidos. Luciano y yo hemos tenido trabajo por hacer respecto a Alexa así que no empieces con babosadas porque no tengo ganas de discutir. Entiende que Victoriano y yo no somos, ni seremos nada.

–¿Problemas con Alexa?, ¿de qué tipo?

–Héctor... no te metas más allá de la cuenta. Ya te dije que no es nada relacionado con Victoriano. De hecho, Luciano tuvo que ir al extranjero a resolver algunas cosas legales del negocio de Michael para que éste pudiera quedarse con Alexa.

–¿Luciano por qué?

–Luciano es su asesor legal y en este momento también su abogado porque el representante anterior de Mich tuvo complicaciones y dejó el puesto así que le pidió ayuda y tuvo que salir de viaje. Regresa en un par de días. –Con calma.

–Está bien, Inés... –suspiró. –Te pido que me entiendas un poco, me preocupa tu seguridad y tu felicidad, por eso te hago tantas preguntas y te trato de cuidar todo el tiempo –le dio un beso en la mejilla. –Te dejo para que sigas hablando con Camila y hagas lo que tengas pendiente.

Esclava del SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora