VIII. Mente fría

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*Hola. ¡He vuelto! Debo confesar que me costó mucho idear como darle continuación, con tanto trabajo perdí la línea que llevaba pero he encontrado cómo. Veremos dos personajes más que se unirán a las filas de las conversaciones y un plan curioso de Victoriano. ¿Le funcionará? Dejen sus comentarios que amo leer sus teorías*

DISFRUTEN SU LECTURA...

Victoriano llegó al departamento de Diana Elisa hecho una furia. Quería matar a Luciano y salir de regreso a México en ese momento. Detrás de él entraron los muchachos.

–Papá, cálmate.

–¿Cómo me pides que me calme? ¿Acaso no se dieron cuenta de lo que sucedió? Esa mujer se ha convertido en el demonio mismo –dolido.

–Estás hablando sin pensar, daddy. ¿Qué esperabas? Es obvio que mi nanny iba a estar enojada y resentida contigo.

–Pero hay niveles de molestia, Connie –intervino Alejandro. –Mi mamá es otra persona...

–Por supuesto y a mí, a pesar de todo, me da gusto verla tan cambiada y contenta con otro hombre. Es claro que lleva una buena vida sin nosotros.

Todos miraron a Casandra con sorpresa.

–¿Por qué los sorprende? Se los dije hace cinco años cuando mi nana se acababa de ir, ¿no lo recuerdan?

>>Flashback<<

–No vamos a empezar a buscar culpables –sentenció Connie. –En este momento, lo más importante es hallar a mi nana.

–Pues a mí me van a perdonar pero no pienso ayudarles a buscarla –aseveró Casandra. –Mi nana decidió marcharse por el mal trato que le daba mi papá y el desprecio de Emiliano. Nadie la obligó a irse, ella lo decidió y si fue por voluntad, la voy a apoyar –enfrentó a Victoriano –y tú deberías hacer lo mismo papá, ya le has hecho demasiado daño. Aléjate de ella. ¡Nos ha regalado los mejores años de su vida y nosotras, aunque suframos, ya no la necesitamos como cuando éramos niñas! Déjala superarse y ser feliz, ¡lejos de ti!

–Casandra...

–No, don Victoriano. –Lo interrumpió Diana. –No intente justificarse ni convencernos. Estoy completamente de acuerdo con mi hermana, no tiene ningún derecho a buscar a mi nana. Ya ha sido suficiente el daño que le hizo y conmigo tampoco van a contar. Quiero verla feliz y si el precio de eso es no poder verla más, lo acepto sin problema.

Emiliano y Connie se miraron confusos. Por un lado, sabían que Diana y Casandra tenían razón pero por el otro se negaban a dejar ir con tanta facilidad a Inés. Sin embargo, ambos sabían que Victoriano también merecía la lección que Inés quería darle y la única forma de lograrlo era apoyando a Diana y Casandra.

>>Fin de Flashback<<

–Entonces, explícanos ¿por qué la estabas juzgando? –Cuestionó Diana.

–Porque quería ver si ese hombre iba a defenderla o se iba a mantener de brazos cruzados como tanto tiempo lo hiciera mi padre. –Suspiró. –Efectivamente no veo a la misma mujer y me agrada eso. Ahora veo a una mujer fuerte, decidida y que no piensa dar su brazo a torcer contigo, papá.

–¡No puedo creer que me digas esto, Casandra! –Indignado.

–¿Qué querías, papá? Le hiciste mucho daño. Durante años jugaste con ella y le mentiste todo el tiempo. ¿Creíste que ella iba a seguir atada al recuerdo? Me da gusto que no fuera así y también creo que no te va a alejar de mis hermanos. Sólo busca dejar en claro que debes alejarte del plano sentimental. Conocemos a mi nana, no es capaz de eso.

Esclava del SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora