XIV. Rearmando el plan

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*Hola... ¡Estoy de regreso! Espero que este capítulo lo disfruten tanto como yo al escribirlo. Hay un video, les recomiendo que lo pongan a correr y que vayan leyendo la letra con la descripción que le puse... ¡Déjenme saber sus comentarios!*

DISFRUTEN SU LECTURA...

Al llegar a la sala de espera Inés les pidió a los muchachos que estuvieran tranquilos y se despidió de ellos para marcharse con Luciano. Una vez en el automóvil, la conversación pendiente comenzó.

–¿Por qué tanta preocupación, Inés?

–Sabes muy bien por qué es mi preocupación, Luciano, y no quiero discutir de nuevo por eso –sentenció.

–Bien... pero de una vez te advierto que tu hermano no es ningún estúpido y ambos sabemos que puede llegar muy lejos por conseguir lo que quiere.

–¿A qué te refieres? –Nerviosa. Pensó en lo que dijo en la sala de espera –, ¿de eso se trata lo que te dijo?

–Quiso que lo dejáramos morir –. Inés lo miró con asombro, no sabía qué pensar y no se esperaba eso. Él suspiró. –Lo siento mucho pero debes ser cuidadosa en tus actitudes con Victoriano porque no sólo tendrás problemas o discusiones conmigo por ello.

–¡Oh, vamos! No me salgas con celos absurdos.

–¿No lo entiendes? –Molesto –, Victoriano está jugando, ¡no piensa hacerse a un lado y tampoco va a tomarte en serio nunca! Tal vez te logre convencer a ti pero a mí no y mientras esté en Manhattan tú no vas a verlo sola.

–¡Estás loco!

–Inés... soy un hombre muy paciente pero no voy a dejar que ese idiota te haga daño, ¡lo hablamos desde un principio! ¡No me vas a ver la cara de estúpido! Este matrimonio va a ser respetado por las buenas o por las malas.

–Esto es increíble, ¡dijiste que confiabas en mí!

–¿Cómo voy a confiar en ti si acabo de ver cómo te angustió ver mal a Victoriano? –Le reprochó –. Es cierto que es el padre de tus hijos pero eso no le da ningún derecho a regresar como si nada hubiera pasado.

–¡Se ha hecho a un lado! –Desesperada.

–¡No seas ingenua! Ambos sabemos que no se hizo a un lado por completo. ¡Ha encontrado la forma perfecta de no comprometerse contigo!

–¿Qué? –Desconcertada.

–¿No lo ves? Victoriano está jugando sus cartas para hacerte creer que se hará a un lado y que tú seas quien baje la guardia por completo para llevarte a la cama y tenerte como amante o para que pierdas tu matrimonio conmigo pero ¡una vez que lo consiga se buscará a otra que realmente le sirva de esposa porque sabe que tú estarás para saciar su sed en la cama si su esposa no lo hace! –Exaltado –. ¿Eso es lo que realmente quieres? ¿Ser su juguete? Sé que no me amas pero yo no te estoy engañando ni estoy jugando contigo, ¡ambos tenemos claro los términos de este matrimonio!

Inés lo miró con los ojos cristalizados. Sus palabras la herían porque sabía que tenía razón, Victoriano nunca iba a cambiar ¡y menos por ella!

–No tienes que ser tan cruel al decirme las cosas.

–Quiero que comprendas que Victoriano sabe cómo usarte y cómo convencerte. ¡Logró estar contigo y hacerte dos hijos mientras se acostaba con SU ESPOSA!

–¡BASTA, LUCIANO! –Con dolor –. Sé perfectamente que fui una estúpida por acostarme con un hombre casado pero no tienes derecho a echármelo en cara.

Esclava del SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora