Esclava del Silencio

X. Actitud desconcertante

*Hola, el día de hoy logré escribir uno más. Veremos qué sucede entre Victoriano e Inés poco a poco. Veo que les desconcertó un poco la aparición de Alexa y de Mich... todo tiene su razón de ser. Espero que este capítulo les guste. No es muy largo pero creo que es suficiente en emociones.

DISFRUTEN SU LECTURA...*

*Dos días después*

Inés y Luciano habían accedido a la petición de Michael de pasar dos días más para resolver algunos pendientes importantes antes de irse, por varias semanas o meses, a Manhattan con ellos.

–Bien. Ya estamos aquí, ¿ahora qué? –Preguntó Alexa con diversión.

–Los instalaremos en un departamento que es mío y nos iremos a comer, ¿les parece?

–A mí me tendrán que disculpar –revisando su teléfono –pero Camila parece que se ha vuelto loca y me necesita en la empresa. ¿Podríamos dejarlo quizá para la cena?

–No, no te preocupes. Vamos nosotros tres, si no te molesta. –Sugirió Mich.

–En lo absoluto –les sonrió. –También tienen muchas cosas de qué platicar. –Miró a Luciano –te veo en el departamento por la noche.

–¿Pasas por los niños o paso yo? –Le preguntó.

–Yo paso en un rato más. Sirve que saludo a mis papás –le dio un beso en la mejilla y se marchó.

*Paralelamente*

*Corporativo RH*

Camila estaba muy estresada y molesta con Inés. No llevaba ni la primera semana de casada y ya estaba haciendo mal las cosas. Por su parte, Liz no sabía qué hacer para calmar a la socia.

–¡Es el colmo que Inés sea tan irresponsable! –Exclamó furiosa hacia Diana Elisa.

–¡Oh, vamos, Camila! Ambas sabemos que está recién casada y que necesita tiempo con su esposo. De todos modos se iría de luna de miel, ¿por qué te molesta tanto? –La cuestionó Diana Elisa.

–Porque no se hubiera ido sin dejarme este desastre. ¡El corporativo no sólo es mío! Ella decidió implementar muchas cosas y...

–¡Basta, Camila! Te estás comportando como una niña chiquita. ¿Qué es lo que realmente te tiene así?

–El imbécil de Héctor –musitó.

–¿Héctor? –Desconcertada. –¿Por qué?

–Mira, Diana, ambas sabemos que lo que estás haciendo con Santos no es del agrado de tu "novio" si es que todavía lo es. Héctor cree que estoy involucrada y piensa que hay algo más detrás de la boda de Inés.

–No entiendo. ¿Qué más podría existir? Vamos... ambas fuimos testigos de cómo Inés puso en su lugar a Victoriano en la boda.

–¿Estás segura de que ese hombre no interferirá?

–Victoriano se ha quedado por sus hijos. Fui muy clara con él sobre el matrimonio de Inés y lo comprendió. –Camila la miró con incredulidad. –Mira, sé que no es sencillo creerlo pero verás con el tiempo que Victoriano no va a meterse más allá de dónde Inés y Luciano lo permitan.

En ese momento se escuchó alboroto en el pasillo y una discusión que todo el edificio estaba presenciando.

–¡Qué demonios te traes entre manos, Inés! –Le gritaba Héctor.

–¡No me grites, Héctor! –Molesta e incómoda. –Vamos a hablar en una oficina pero deja de dar este espectáculo tan barato.

–¡No, no vamos a ningún lado! –La agarró muy fuerte del brazo ante el asombro de todos. –¡Me vas a explicar en este momento, ¿qué te sucede?! ¿Qué demonios hace ese imbécil aquí? ¿Te quieres burlar de mí? –La zarandeó.