Secuestro

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«Mammaaaaaa, MAMMAAAAA»

Al escuchar los gritos en la calle, Emma echó a correr, devorada por la angustia. Vio a Henry que corría sin aliento hacia su dirección, gritando a pleno pulmón.

«Mami, mami»

Llegó hasta ella y la estrechó violentamente. Ríos de lágrimas recorrían sus mejillas y su terror era palpable.

«¿Qué ha pasado? ¿Dónde está tu madre Henry?»

«Un señor...un señor ...ha cogido a mamá. Mami, mami»

«Cariño, cálmate, cálmate, no te entiendo. ¿Dónde está ella? Por favor, respóndeme» preguntó Emma que comenzaba seriamente a entrar en pánico.

«Es mamá» dijo el niño sin lograr calmarse «Un señor, la ha...ha cogido a mamá. Intentamos correr, pero él ha...cogido y él ha...no lo sé. Y él hablaba, y mamá se cayó. Él tendió la mano hacia mí, pero yo he corrido rápido»

«Llévame al lugar donde ha ocurrido» ordenó ella sacando su teléfono.

Llamó inmediatamente a la policía, después a Mary Margaret y finalmente a David. Contuvo un grito de horror cuando vio la huella de una mano ensangrentada en la pared. El bolso de Regina estaba en el suelo y Emma sintió que le faltaba el aire. Miró por los alrededores, pero no halló ningún indicio que le ayudara a comprender a dónde había sido llevada su compañera. La policía llegó al lugar y hombres en uniforme comenzaron a inspeccionar la escena y hacerle preguntas.

Henry estaba en sus brazos, aferrado a ella, temeroso de la gente que los solicitaba.

«Se lo repito, no sé nada, regresé al restaurante a buscar mi cartera, y cuando he vuelto, Henry gritaba corriendo hacia mí» dijo Emma, harta ya, a un policía que le preguntaba lo mismo desde hacía diez minutos.

Todo el mundo se concentraba a su alrededor y ella sintió sus piernas flaquear. Se sentó en la acera, Henry aún en sus brazos, y tuvo la sensación de que el mundo se alejaba de ella. Los sonidos le llegaban cada vez más alejados. Solo sentía el contacto del cuerpo del niño contra ella, y solo escuchaba los latidos entrecortados de ambos corazones.

¿Cómo podría su mundo haberse derrumbado en algunos segundos?

¿Por qué se había marchado?

¿Por qué los había dejado solos?

Si algo le ocurría a Regina, no se lo perdonaría jamás, Henry no se lo perdonaría jamás, estaba segura. Había prometido protegerlos y estaba ahí, sentada en la acera, con Henry en sus brazos, la única huella de Regina era una marca ensangrentada sobre la pared. Veía a la gente ir de aquí para allá y los encontraba inútiles, hablaban, miraban, retenían. Pero en su opinión nadie buscaba verdaderamente. Emma tomó consciencia de una voz en su oído, se concentró y poco a poco comprendió que era Henry el que hablaba.

«...pero quién es "ella", mami?»

«¿Quién?» preguntó ella

«La señora de quien él hablaba, ¿quién es?»

«Yo...¿qué? ¿De qué hablas Henry?»

«El hombre» dijo Henry llorando «Le dijo a mamá que una señora, "ella" le había dicho que mamá estaba con una mujer. Creo que él le dijo que tú le dabas miedo, así que él cogió a mamá»

Él estalló en llanto y Emma lo estrechó contra su pecho encontrando toda su determinación. Temía tener razón, pero una duda se insinuó en su mente. Vio a Mary Margaret acercarse y precipitarse hacia ella.

Un contrato y sus consecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora