La vida no es más que una partida de póker

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«Gina es...no me digas que es...»

Emma estaba tomando consciencia de los documentos que tenía bajo los ojos, pero no se atrevía a creerlo. Miró a su novia que sonreía de oreja a oreja, aunque una profunda inquietud se podía ver reflejada en sus bellos ojos chocolate. Acarició las palabras con la punta de los dedos y levantó los ojos llenos de lágrimas.

«¿Quieres que adopte a Henry?»

«Sí, me gustaría que te convirtieras legalmente en su segunda madre. Es la aventura más bella que he vivido, quiero compartirla contigo»

«¿Qué quiere decir "Adopción plena"?» preguntó ella bajando la mirada, incómoda por mostrar sus lagunas.

«Adopción plena quiere decir que tendrás exactamente el mismo estatus que yo. Serás su otra madre completamente. Me he informado en los servicios para la infancia, ahora para una pareja homoparental es legal legalizar el estatus del progenitor no biológico»

Emma exclamó de sorpresa cubriendo con la mano su boca. No podía creer que eso era verdad, Regina no podía querer eso, ella debe estar soñando.

«¿Quieres que tenga los mismos derechos que tú sobre Henry?»

«Sí»

«Pero Gina es un regalo demasiado grande...Estamos juntas desde hace tan poco tiempo...»

«Espera, no tengas miedo» dijo Regina al sentir que su estrés aumentaba «No te obligo a nada, no es una trampa, es solo si tú lo deseas. Y si es demasiado, eso no cambiará en nada el amor que te tengo y mis deseos de casarme contigo. Sé que puede parecer loco y precipitado, sé que es una decisión increíblemente importante, pero también sé que te amo más que a nada en el mundo, fuera de Henry. Sé que voy a unirme y envejecer contigo. Vamos a tener un bebé y quiero que mi primer bebé también sea el tuyo. Sin embargo, si tú...»

«No Gina, lo deseo, lo deseo tanto» dijo ella con lágrimas en los ojos «Tengo algo de miedo, nunca me he permitido atarme a nadie, siempre he tenido miedo de comprometerme y de entregarme. Pero contigo deseo todo eso y me da un poco de miedo, como si fuera un sueño que se fuera a romper al despertar. No sé lo que he hecho para merecer tu amor y hete aquí que quieres que adopte a tu hijo. Te amo tanto»

«Yo también te amo» dijo la alcaldesa abrazándola «Eres una persona formidable y has llenado mi vida de un enorme sol brillante. Sé que no me equivoco al querer que seas madre legal de Henry»

«Gracias» respondió estrechándola «¿Cómo crees que va a reaccionar él? Gina, ¿crees que Henry va a querer?»

Regina rio dulcemente mientras acariciaba la mejilla de su novia.

«Él ha dicho exactamente lo mismo sobre ti. Quise hablar con él en primer lugar y él solo tenía un miedo, que tú no lo quisieses»

«¡Oh, Dios mío, Gina, lo quiero tanto! Nada me puede hacer más feliz. Os amo tanto. Voy a ser la segunda mamá de Henry, Gina, no puedo ser más feliz»

La alcaldesa la besó tiernamente y la estrechó contra ella.

«Sí, mi amor, y hay otra cosa»

«¿Cómo es posible que haya otra cosa?» respondió la rubia secándose las lágrimas de sus ojos.

«Una adopción plena significa que...si nos casamos, y hacemos los papeles de adopción después, Henry podrá, como yo, tomar tu apellido»

Emma se quedó durante un tiempo en silencio, con los ojos y la boca abiertos.

«Tú...yo...Tú vas...Swan...»

«Me gustaría tomar tu apellido. No estoy muy apegada al Mills, tomar tu apellido será pasar página con respecto a mi pasado y acoger con los brazos abiertos nuestro futuro»

Un contrato y sus consecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora