INTRODUCCIÓN

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Los personajes son mayores de edad.

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ASÍ COMENZÓ...

- ¡Por fin termine!

Dijo Annia, por fin había terminado de desempacar, la última caja quedo vacía mientras ella se acostaba en su cama y en lo que sería su nuevo hogar.

No tenía mucho que Annia se había mudado a aquél vecindario tranquilo y silencioso, ningún vecino molesto ni tampoco bandas de adolecentes azotaban por allí. Solo estaba ese bosque silencioso en frente de aquella casa.

Annia había escogido aquella casa por la cercanía que tenía con el bosque, solo estaba ella en esa casa, se sentía un poco solitaria, pero sabía que era mejor a tener que lidiar con vecinos molestos y hacer confrontaciones con gente que solo mostraba una cara. Aunque ella no era la excepción a la regla.

Annia, era una chica común pero diferente, era una cosa rara andante. Jamás se sintió más que lo demás, pero tampoco menos, despreciaba a la gente hipócrita y aprovechada pero ella era igual cuando la situación lo demandaba, jamás se metió en problemas pero tampoco se dejó de los demás.

Había terminado muerta después de aquél trabajoso día ordenando, limpiando y desempacando, así que decidió salir un rato a caminar, tomo sus audífonos, una bolsa con algo de dinero y se salió de su casa. Camino durante un rato y se dirigió a un parque que estaba no muy lejos de su casa, solo como a diez minutos, se sentó en una banca del parque y alzo la vista hacia el paisaje, se dio cuenta que el bosque llegaba hasta el parque y un poco más allá, sonrió un poco y se dispuso a admirar el paisaje. Después de un rato vio que era tiempo de irse a casa, así que se levantó de la cómoda banca y se puso en marcha hacia su hogar, en su andar no se dio cuenta de quien venía enfrente de ella, y sin querer choco con aquella persona.

- Lo siento – dijo y alzo la mirada hacia la persona - no te vi, estaba distraída.

No escucho a la otra persona hablar y ni siquiera le vio la cara, estaba oscuro y solo la luz de la luna daba un poco de claridad. El chico con el que había chocado, la vio de arriba abajo.

- Tsk... No importa ten más cuidado la próxima vez- dijo el chico.

Annia no dijo nada y continúo su camino, pero se paró de repente y dio media vuelta, echó a correr tras el chico.

- ¡Oye espera! ¡Oye! – Gritaba mientras corría.

Aquél chico se paró y volteo a verla, ella llego jadeante y extendió su brazo y le entrego algo aquél chico.

- Toma, se te cayó esto - dijo dándole la cartera al muchacho.

- Gracias – contesto el chico con algo de sorpresa en su voz.

- De nada – dijo ella y agrego- Bueno hasta luego, nos vemos.

Termino aquella frase con una sonrisa, sin saber que aquello provocaría que su destino tuviera un giro de 360°. Ya que aquel misterioso muchacho desde ese día quiso saber quién era ella.

Mi Dulce SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora