Mi Dulce Sueño

CAPITULO 13 LA CAJA

Narra Annia

La luz del sol comenzó a hacerme despertar, comencé a abrir mis ojos lentamente, me desperté por fin, aunque sin mucho ánimo, estaba demasiado triste por todo lo anterior.

Cuando desperté encontré cerca de mí la caja que la madre de Eric me había dado, esa fue la única cosa junto con la computadora y el celular, que no avente en mi crisis de ayer; casi no recuerdo mucho; pero si recuerdo a Jeff abrazándome y quedándose conmigo hasta que me logre calmar.

Tome la caja y la abrí, adentro de esta tenía una tarjeta la cuál leí:

"Anni espero te guste este regalo.

Espero y lo escuches y quiero que sepas que lo hice especialmente para ti con todo mi cariño y amor.

Siento que no debió pasar mucho tiempo para comprender que tú eres mi inspiración.

Con mucho cariño Eric"

Al terminar de leer la tarjeta vi el contenido, había un disco adentro y debajo de este unas hojas dobladas, saque el disco y lo puse en la computadora, se comenzó a reproducir y de él salió una hermosa canción, era la misma que había escuchado hace tiempo, lagrimas amargas comenzaron a salir de mis ojos, desdoble las hojas y en ellas encontré la letra de la canción y las notas de la música además de un hermoso dibujo mío.

Las lágrimas se desbordaban y no podía pararlas, pero sentía que algo estaba mal, sin duda algo me faltaba, el dolor ya no lo sentía como antes.

Cuando se terminó de reproducir, saque el disco y guarde todo, decidí quemar la tarjeta, lo único que quedaría como recuerdo de él sería su canción.

Me di una ducha, la cual me ayudo un poco con mi estado de ánimo, al salir de mi habitación me encontré con un delicioso aroma, baje a la cocina sin pensarlo y encontré el desayuno en la mesa.

Sin más que pensar me senté a desayunar, hasta que una voz interrumpió mis pensamientos.

- Y...bien... ¿Cómo me quedo el desayuno?

Casi me atraganto la comida, al voltear hacia el lugar de donde provenía la voz; era Jeff quien estaba ahí parado.

- ¿Y bien?

Termine de tragar el bocado y lo mire.

- J-jeff...No sabía que te habías quedado aquí, el desayuno está estupendo.

- Bueno...me alegro de que te haya gustado- dijo con una sonrisa- si me quede aquí contigo, no podía dejarte sola en un momento así.

- Pero Jeff... y ¿tus padres?

- Jajajaja no te alarmes por ello, ellos están en otro país.

- Ahhh... por ahí hubieras empezado – dije con una sonrisa en mi rostro.

Terminamos de desayunar, aunque mis ánimos no habían vuelto del todo, pero Jeff me devolvía las ganas de continuar. Es algo extraño que yo no sepa mucho de él o su familia pero a pesar de todo, es la persona que se muestra como realmente es.

Me fui a cambiar y al ver la hora me fije en que ya no iría a la universidad, en cuanto estuve cambiada baje a la sala, pues no podía dejar a Jeff solo ahí.

Al bajar vi que Jeff estaba tomando una de mis bolsas y cuando me vio me la dio.

- ¿Oye para que me das esto?

- Es porque vamos a salir- dijo con una sonrisa en el rostro.

- ¿A dónde?

- Ammm...pues por ahí - dijo Jeff poniendo una cara inocente.