CAPITULO 25 MAX...

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Narra Annia

Nuevamente volví a escuchar pasos en el pasillo, pero esta vez no me altere eran apenas las 10 de la mañana por lo cual supongo Jeff aún no se había ido o regreso porque se le olvido algo, tal vez ponerse el maquillaje. Lo sigue usando para salir pero se lo quita al llegar a aquí.

Me volví a acostar en la cama con los audífonos puestos y volvía a sumergirme en mis pensamientos, la puerta del cuarto se abrió, pensé que Jeff diría algo o se acercaría pero la voz que escuche me hizo levantarme de golpe.

- Vaya que te vez linda así.

- ¿Qué carajos? Max ¿qué demonios haces aquí? Creí haberte dicho que te fueras- dije nerviosa y transmitiendo inseguridad, algo que es inusual, ni siquiera con Jeff tenía tanto temor excepto cuando explotaba y se ponía furioso y loco.

- Así que no esperabas verme que lastima- dijo con sarcasmo- he venido a hacerte compañía – dijo y diciendo esto cerro el cuarto con llave algo que más temor me hizo tener.

Max se sentó a un lado de la cama, yo por reacción encogí mis piernas y me fui a una esquina de la cama alejándome lo más posible de él. El ambiente comenzó a volverse tenso, ninguno de los dos decía una sola palabra.

- Sabes – comenzó a hablar él- te pareces mucho a una persona que sin querer me traiciono...

Yo me quede callada no entendía a qué se refería, el continuo hablando.

- Pero a la vez eres muy diferente, no te da miedo enfrentarte a lo que venga, ni siquiera te da miedo estar aquí en tu contra; encerrada y custodiada por un asesino, o tal vez solo es el miedo lo que te obliga a quedarte.

Puso su mano sobre su mentón e hizo ademán de reflexionar y pensar, cerró los ojos y luego abrió uno.

- Sabes... debes tener cuidado de quien te enamoras... porque la vida a veces te conduce a lugares que no imaginas... y debes saber distinguir entre el amor real y el ficticio.

Seguía sin entender nada de lo que Max estaba diciendo, a que se refería, yo ya estaba demasiado confundida respecto a lo que a Jeff se refiere, pero por más que intentaba ver cuál era el punto al que Max quería llegar no lo encontraba.

- Yo pensé que él mío era un amor real, pero resulto ser ficticio...- dijo pesadamente- ella era tan parecida a ti, pero tenía un defecto...-dijo alzando uno de sus dedos- no sabía aceptar a los demás por quienes eran.

Diciendo esto se paró y se dirigió hacia la puerta, creí que se iría pero solo fue a recargarse ahí.

- Sabes desde que inició todo, eh estado buscando a alguien como ella, pero no lo había logrado encontrar, cuando te encontré aquí, supe que había llegado a ese día.

Y así sin más se acercó hacía mí a lo cual yo retrocedí, pero rápidamente él avanzo que no me dio tiempo ni de meter las manos, Max atrapo mis muñecas con una de sus manos y las coloco atrás de mi espalda mientras que con la otra, me tomaba de la cintura, abrí mis ojos por la sorpresa, las intenciones de Max eran... no... es imposible... ¿tenía yo alguna alternativa?

En la forma que me tenía no podía zafarme, mis piernas estaban atrapadas entre el colchón, mi cuerpo y el suyo. Me comencé a sentir mal, me sentía impotente de no poder hacer nada, ¿Qué acaso tendría que corresponderle? No podía hacerlo yo ya tenía dueño, un esposo, alguien que se preocupaba por mí.

No hice ningún movimiento, Max seguía en lo suyo; pero de pronto él giro su mano que estaba en mi cintura y con un movimiento rápido, en él cuál tuve que mover mi cabeza, por lo cual fue más profundo.

Cuando Max termino, me miro y acaricio mi cara, yo no entendía que había pasado, ¿fue un accidente? ¿Acaso se tropezó? No, no había sido nada de eso; esto fue planeado.

- ¿Por qué? – fue la única pregunta que logre formular.

- Vaya... tenía yo razón, - dijo mirándome, sus ojos transmitían un deseo profundo y ansioso, - Si tu no quieres salir de aquí, yo te sacaré y hare lo que sea necesario- y diciendo esto sonrió de una forma que me helo la sangre.

- ¿Quién eres y qué tramas Max?

- ¿Enserio quieres saber? – dijo él arqueando una ceja.- Sí es así te lo puedo contar...pero quiero algo a cambio.

Yo no podía con esa pregunta, quería saber pero la inquietud de lo que me pediría a cambio era lo que me hacía dudar.

- ¿Qué quieres a cambio?

- Vaya no me lo esperaba- dijo con una sonrisa de satisfacción- que te vayas conmigo- finalizo diciendo en mí oído algo que hizo que mis ojos se abrieran demasiado.

- ¡NO! – dije rotundamente- Max sabes que no lo hare, yo no rompo una promesa...- al darme cuenta de lo que había dicho callé, indudablemente había caído en su trampa.

- Eso es interesante eh, jajajaja- dijo riendo- Annia

Abrí mis ojos desmesuradamente, como sabía mi nombre, ni siquiera Janet se lo pudo haber dicho puesto que no lo sabía, y yo mentí usando un nombre falso al decirle mi nombre por mensaje, al parecer este chico era mucho más peligroso que Jeff, ¿sería un asesino? ¿Un Hacker? ¿Las dos cosas? Y ¿cómo era posible que supiera que estaba atrapada con un asesino?

- Vaya te agarre de sorpresa ¿no? – dijo él y comenzó a reírse.- Annia, lindo nombre, al menos debería tener mi apellido, no él de él.

Al parecer Max conocía a Jeff, en mis ojos se comenzó a dibujar el pánico y terror que había experimentado días atrás o meses no sé cuánto tiempo llevo aquí.

- ¿De qué hablas? – dije dándome valentía algo que a leguas se notaba que no tenía.

- Solo es un pequeño secreto, y admítelo, te encanta que haga esto.

Y diciendo eso, me dio otro beso, y por más que quisiera quitarlo de encima más peso él ponía, mis pesadillas ahora volverían a cobrar vida nuevamente. 

Mi Dulce SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora