Mi Dulce Sueño

CAPITULO 30 DECISIÓN

Narra Jeff

Decidí entrar por la puerta trasera y al tener contacto el suelo con mis pies, comenzó el crujir el piso. Esta casa ya la conocía yo a la perfección, pero pudo haber sufrido algunas remodelaciones, debido a su inquilino.

Annia tenía que estar en alguna de las habitaciones o algo por el estilo, pero sabía bien que mi adversario no la tendría ahí, debía estar en el ático, sótano o en el cuarto de trebejos. Mientras caminaba pude ver que la casa tenía algunos muebles, pero solo los bastante básicos, me dirigí a la cocina y busque entre los trastes, rebusque hasta que encontré un cuchillo, uno de gran tamaño, perfecto para mandar a alguien adormir.

Continúe caminando buscando algo que me diera indicios de donde podría estar Annia, de pronto mi celular vibro. Al verlo note que era un mensaje, cuando lo abrí no pude sino contener la rabia. En el mensaje venía una foto adjunta de Annia atada encima de una cama, con escasa ropa y claro con sus labios puestos encima de los de mi adversario.

Di un gran grito de furia, la locura comenzaba a inundarme más, la angustia y desesperación me inundaba minuto a minuto, era una mezcla de emociones que no podía explicar. Hace mucho que no me interesaba una persona.

"¿No crees que es linda? Lo siento tu sueño ya término.

Y el mío debe comenzar"

Ese mensaje solo hacía que me diera razones para comenzar a dar rienda suelta a mi locura y adrenalina. Con cautela avance hacia arriba buscando en cada habitación, alguna señal de ella, pero no había nada. Sin más busque el ático, no debía perder más tiempo. La noche estaba ya cayendo, unos metros más adelante encontré las escaleras que daban al ático, abrí la puerta con cautela y subí paso a paso, en cuanto llegue pude ver muchos cadáveres pero solo uno me llamo la atención, era una chica la cual habían querido transformar definitivamente, su cara tenía costuras y una sonrisa de lado a lado, la ropa que llevaba era sin lugar a dudas la de Annia, me comencé a reír indiscutiblemente, era una risa que no podía parar; a esta chica la habían tratado de transformar como a mi Annia, pero era obvió el fracaso.

Busque por toda la habitación mientras sentía que alguien me observaba, esa sensación era algo nuevo para mí, mi sonrisa se a largo al parecer querían jugar a las escondidas.

- ¿Entonces quieres jugar? – dije sin pensarlo – bien, juguemos al gato y al ratón – finalice riéndome como un psicópata.

Seguí mi camino ignorando que el perseguido me es estuviera siguiendo, continúe avanzando por el ático, pero no había nada que fuera relevante, me di la vuelta y me dirigí hacia las escaleras pero al pasar por uno de los cadáveres me di cuenta por qué sentía esa sensación, dentro del cráneo de uno de los cuerpos estaba escondida una cámara, mi histeria dio paso a la risa.

- Vaya, vaya, pero miren el ratón está asustado.

Continúe mi camino escaleras abajo y volví a lo que era la sala, busque en las habitaciones aledañas, pero nada, ni una pista de Annia, excepto por otras fotos que esta vez estaban impresas, la primera la encontré en el sillón esta vez Annia parecía dormida pero en una pose que de haberla fotografiado yo no estaría nada mal.

Y la segunda la encontré en el cuarto de baño, en el espejo, en la foto ella aparecía esta vez sentada con una sonrisa tallada en sus mejillas con un plumón y aun lado de la foto había un mensaje escrito con sangre.

"¿No es hermosa? Más hermosa será cuando yo la haya poseído"

Eso hizo que perdiera el control por completo, por lo cual rompí el espejo y sin dudar también rompí la fotografía, con el cuchillo en mis manos empecé a enterrarlo en mis mejillas volviendo a reabrir mi enorme sonrisa, las cicatrices aunque estaban de rojo no se veían tanto, pero ahora con mi sangre se alzaba su color nuevamente.