CAPITULO 22 ESPOSOS

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Narra Annia

Sin más me dirigí hacia la puerta pero antes de tomar el pomo de esta, me detuve me puse a pensar en que podía salir de aquí e irme, regrese por mi mochila que tenía todo lo importante y de nuevo volví a la puerta pero antes de girar la perilla en automático mi mano se detuvo volví a la cama me senté sobre ella, no tenía la intención de salir, mi cabeza decía que debía irme que esta era mi oportunidad, pero mi cuerpo no se movía ¿por qué?, ¿acaso la promesa que había hecho era lo que me impedía dejarlo?.

Volví a dejar la mochila en el mismo lugar donde se encontraba, me recosté en la cama pero enseguida mi estómago hizo un ruido así que sin más tome valor y salí del cuarto, cerré la puerta tras de mí y me dirigí hacia la cocina.

Pero en cuanto empezaba a bajar los primeros escalones escuche que la puerta principal se abría.

- ¡¿Qué demonios?! – esa inconfundible y molesta voz era la de Jeff. – ¡Creó que alguien irá a dormir!, ¡Maldita sea! ¡¿Cómo pudo haber abierto las cerraduras?! ¡Así que sí fingió después de todo! ¡MALDITA SEA!

Jeff grito desesperado algo que la verdad hacía que me helara la sangre, al parecer se refería a mí, todavía tiene dudas y no lo culpo, me di fuerzas y baje los escalones que faltaban, en ese momento apareció Jeff parado enfrente de mí, di un grito y al hacerlo me fui hacia adelante perdiendo el equilibrio cerrando los ojos fuertemente.

Cuando abrí los ojos vi que me encontraba frente a frente de la cara de Jeff a unos centímetros de sus labios, el me miraba confundido por mi reacción.

- J-jeff...lo...siento- dije tartamudeando y viéndolo directamente a esos ojos azules hipnotizantes. – Me has dado un susto – finalice.

- Annia...yo...que hermosa te vez –dijo mirándome tiernamente.

No pude evitar sonrojarme por su comentario, algo que hizo que su rostro se relajara, sin dudarlo me rodeo con sus brazos por la cintura, y me abrazo.

- Jeff...

- Shhh...quiero quedarme así un rato más – dijo susurrando en mi oído, yo por lo cual coloque mi cabeza en su pecho y cerré los ojos.

Nos quedamos abrazados por unos minutos más hasta que Jeff hablo seriamente.

- Alguien entro ¿no es así?- Abrí mis ojos de golpe y alce mi cara para ver la suya y asentí. -¿No te hicieron daño? – dijo acariciando mi mejilla

- No...pero si me pegaron un susto – dije calmada.

Ambos nos dejamos de abrazar y Jeff se sentó, luego se paró y me ayudo a levantarme.

- Annia yo pensé...temía que...lamento que hayas escuchado lo que grite...jamás volveré a dudar de ti...-dijo casi sollozando, algo que hizo que mis impulsos salieran a flote y sin dudarlo lo abrace fuertemente temiendo que si lo soltaba él se rompería.

- Soy tú prometida, y te prometí que jamás te dejaría solo...-dije con una voz casi susurrante.

- Annia...

Jeff me soltó y me tomo de la mano y nos dirigimos a la cocina, sin dudarlo lo seguí y le ayude a preparar la comida, ya que había dormido toda la mañana.

Jeff preparo una comida estupenda, que la verdad me acabe gracias a mi apetito que tenía, Jeff estaba muy feliz, al parecer esta pequeña cosa que había pasado, él lo tomo como una prueba de fidelidad.

Mi Dulce SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora