Tensión.

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-¿Cómo?- Ciertamente, fue toda una sorpresa cuando Sasuke apareció en su residencia a las seis de la mañana, pero escuchar que desde ese momento se mudaría con el era algo que lo superaba.

A Madara por supuesto, no le desagradaba en lo más mínimo la noticia, sobre todo cuando tenía sobre de el a Mikoto, pero estaba seguro, que la decisión de mudarse con el, no era algo que Sasuke disfrutara.

-Tsk, ¿tienes que raccionar asi?-pregunto Sasuke de mala gana.

-¿Cómo quieres que reacione? Apenas la semana pasada te negaste rotundamente a vivir conmigo y ahora...

-Si no quieres, solo dilo- le contesto, a la defensiva.

-Sabes perfectamente que no es eso Sasuke, pero pensé que estabas bien con Sakura- Madara escuchó atentamente el gruñido de Sasuke, y dedujo rápidamente que el talvez tuvo una gran discusión con la peli-rosa - ¿Discutiste con Sakura?- pregunto.

El frunció el ceño profundamente y apretó los puños hasta el dolor-Yo no discutí con Sakura, ella solo es...jodidamente molesta y se la pasa sonriéndole a todo el maldito mundo, es tan estresante y ella ... es que ella es ¡ahg!- respondió, con rapidez y la respiración agitada. ¡Todo era su culpa! ¡Todo! ¿De verdad tenía que atraer a todo el maldito mundo? ¡Dios! Ella ni siquiera era tan bonita, no tenía ningún talento oculto, no era tan agradable ¡Ella era completamente normal! Pero a pesar de lo normal que era, Sakura Haruno siempre conseguía estar en boca de todo el mundo.

Madara guardo silencio mientras el rostro de Sasuke se contraía en una mueca de frustración y desagrado. Sonrió. Al parecer, su pequeño Sasuke estaba experimentando uno de los peores sentimientos para los Uchihas: celos.

Decidio dejar el tema por ahora, los celos en un Uchiha provocan un mal humor terrible, y por si fuera poco, el carcter de la familia no era el mas agradable de todos-Esta bien ¿Dónde están tus cosas?- pregunto.

-¿Puedes mandar a alguien a la casa de Sakura?

Madara arqueo una ceja divertido- Por supuesto.

.

Una semana después de su "pela de ruptura" con Sakura, Sasuke descubrió que la furia que sintió cuando ella llego al instituto, no se comparaba en nada con la que estuvo sintiendo durante esa semana. Había sido la semana más mierda que había tenido. ¡Dios! El realmente había estado furioso toda la puta semana.

Le habría gustado decir que Sakura había vuelto a ser su nemesis, su molestia, su puto dolor de cabeza...pero no. Ella se dedicó a ignorarlo en todo momento y eso, muy a su pesar... le dolía. Todos habían notado el cambio en ellos, y por supuesto las mujeres habían aprovechado para burlarse y volver a los viejos hábitos de molestar en demasía a la peli rosa, pero, sin embargo los hombres se habían acercado a ella como jodidas hienas hambrientas.

Eso, y su reciente aceptación por sus sentimientos hacia ella, hicieron que sus celos y posesividad lo llevaran a moler a golpes a cualquier tipo que se le cruzara en el camino, o tal vez cualquier tipo que haya intentado algo con su peli rosa, y haya tenido la mala suerte de cruzarse con el. Además, se había vuelto un bastardo con sus seguidoras, aunque eso curiosamente solo las atraía más.

Yami era el único hombre al redor de Sakura que él no había golpeado, aunque estaba más que seguro que Yami estaría feliz con la oportunidad de romperle unos cuantos huesos.

Itachi decía que "el demonio había despertado" y que le había tomado menos de una semana que todo el instituto volviera estar bajo el yugo del "Demonio Uchiha". Pero Sasuke en realidad no tenía la cara para contradecirlo, se había vuelto loco y lo sabía.

La Diosa CaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora