-SAM-

Capítulo XIX

Cassie:

Me ubique detrás de mi hermano mientras el toma la mano de Sam para detenerla cuando esta da un paso al frente mientras Anthonella termina de llegar hasta nosotros.

—A ver, miren a quien tenemos aquí —Me señala con ambas manos —A la pobre niña secuestrada con pérdida de memoria —Sus labios se juntan en una fina línea y hace una fingida mueca de dolor colocando una mano en su pecho, todos la escuchaban, incluso él; Luis Lerman se ubico por delante de toda la gente y la escucha de brazos cruzados y ceño fruncido —. Pero solo la gente de ese pueblucho horrible se lo cree. —Ladea la cabeza hacia mí y posa todo el peso de su cuerpo en una de sus piernas y se cruza de brazos —, Lo que yo creo es que te estabas aprovechando de esa gente que está podrida en dinero.

— ¡Cállate porque no sabes de lo que estás hablando! —Habla Sam con la mandíbula sumamente apretada. Su semblante tan tenso y sus manos empuñadas me indican que nada bueno esta por pasar.

—Tu cállate —Le habla a Sam restándole importancia con un gesto con la mano —, No puedes hacerme nada porque van a expulsarte de la Universidad. —Sam frunce el ceño y ríe con sarcasmo.

—No estamos en el Campus, zorra. —La seguridad que proyecta Anthonella se esfuma junto con su sonrisa.

—Si te toca, destrozo su cara —Habla una chica que está en el grupo de Anthonella.

—Te invito a venir aquí y tocarme...solo tocarme —Pide Sam, su seguridad hace que la chica dude por el momento. La mataría si la toca, estoy segura de eso.

—Nos vamos, Sam, Cassie. —Pide Matías y se vuelve hacia mí. En ese instante, la chica camina hacia Sam –claramente desprevenida- y empuja el cuerpo de mi amiga tan fuerte que esta cae al suelo.

Oh, no, eso no. Nadie la golpea más que yo.

Salgo de mi escondite –Detrás de mi hermano- y doy tres pasos rápidos hasta llegar a la chica y con todas mis fuerzas, en un golpe absolutamente letal; le lanzo un Uppercut, aplicándolo de forma vertical y flexionando un poco mis rodillas para dar más impulso hacia arriba, haciendo caer inconsciente de inmediato.

De un momento a otro, todo es una locura. Todos corren, algunos se golpean y cuando soy consciente un cuerpo choca contra el mío y trata de golpear mi rostro pero tomo su brazo. Sam –Que ya se ha levantado- la toma por el cabello y de un solo jalón la tira al piso. La cobarde de Anthonella corre al ver la furia en el rostro de Sam, nunca superara que la hayan tirado al piso, menos una novata.

En medio del revuelo de gente corriendo, chocando y golpeándose pierdo a Sam de vista y doy brincos en mi lugar para poder dar con ella. Mierda. Una chica algo robusta y claramente drogada choca contra mí empujando mi cuerpo y haciéndome caer a la arena, por un momento pensé que la avalancha de gente me aplastaría; pero unas manos se enrollan en mi cintura y me levantan para empezar a sacarme de allí.

El pánico se arraigo en mi cuerpo cuando trate de ver a la persona que me toma pero no puedo, estoy de espaldas hacia él. Van a raptarme de nuevo.

— ¡Suéltame! ¡Suéltame! —Pellizco sus brazos para lo que hago. El chico se queja. Cuando nos hemos alejado lo suficiente, detrás de algunas rocas lejos del desastre, me dejan en el suelo. Quede de rodillas en la arena e iba a correr pero me toman de nuevo por la cintura.

— ¡Que te quedes tranquila, niña, soy yo! —Me volví hacia el casi jadeando. Joder, mi sangre empezó a hervir de inmediato.

— ¡Y por qué no hablas! ¡Estaba muerta de miedo! —Luis Lerman, exhala y me da la espalda pasando las manos por su rostro.