Sam:
Los golpes que le propino a las almohadillas que Daniel sostiene frente a mi lo hacen retroceder la mayoría de las veces. Una capa de sudor cubre mi frente y mi corazón late desbocado pero no quiero parar, no he podido drenar la rabia acumulada dentro de mí desde ese día. No sabía si contarle a Matías lo que estaba pasando con Cassie y Luis, no sabía si debía decirle la verdad de una vez por todas a Cass, no sabía qué hacer. Soy una mierda cuando se trata de este tipo de asuntos.
—Terminamos por hoy. —Anuncia Daniel cuando me detengo y me separo un poco para tomar aire encorvando mi cuerpo y apoyándome a las cuerdas del ring y hundiendo mi rostro entre mis brazos —. Estuviste muy bien, pero claramente hay algo que te molesta. —Negué y trate de bajar del ring —. Es lo que Cassie y Luis, ¿no? —Lo mire confundida, y una marea de rabia me invadió de inmediato.
— ¿Desde cuándo lo sabes? —Susurro con mi mandíbula apretada. El no parece intimidado, pero si molesto por lo mismo que yo.
—Desde que intente invitarla a salir. Ella no acepto, después lo empecé a ver a él aquí cuando ella entrenaba y lo entendí todo. Me resigne. —No lo podía creer, ¿Daniel y Cass? Oh, Dios, ya me puedes llevarme.
— ¡Lo que me faltaba! Pero ya, cada quien que lidie con su mierda, que Cassie se dé cuenta de todo cuando lo tenga que hacer, de igual manera entre cielo y tierra no hay nada oculto. —Daniel me mira confundido.
— ¿De qué hablas?
—De nada, ya debo irme, Matías debe estar esperándome.
Voy a concentrarme en lo mío, ya basta de estar tratando de salvar a los demás mientras yo me hundo, si Cassie no me ha comentado nada de su relación con Luis es porque no quiere que me meta, cuando se entere de todo que no venga a mi llorando porque juro que la golpeare, ¡estoy tan molesta con ella!
Empezaba a tomarme las cosas con más calma, empecé a caminar más despacio, a ver esos pequeños detalles que la vida te ofrecía, a valorar enormemente a esas personas que están a tu lado. Me di cuenta que todo a mí alrededor esta calmado, que necesito relajarme. Cass ya no era una niña, ella podía arreglar sus problemas y si algún día me necesitaba yo estaría aquí para responder cada una de sus preguntas.
Ya no ocultaba a Matías aunque el odiaba todo ese tema de la prensa. Salimos a comer más seguido y asistimos a nuestras clases, aprovechamos cada segundo para estar juntos, es como si necesitáramos estar uno al lado del otro a cada momento.
En los entrenamientos doy lo mejor de mí, Carlos nos visitaba dos o tres veces por mes y se cerciora de que este entrenando correctamente y mejorando cada una de mis fallas. Las olimpiadas se acercan muy rápido, en un par de semanas tendré que viajar a Brasil donde se estarán realizando. Carlos y Daniel vendrán conmigo, pero aun no he hablado con Matías sobre si el ira o no. No paso desapercibido el hecho de que odia verme pelear, el que otra chica me destroce la cara no es agradable para él y debo mencionar que allá estaremos las mejores de nuestros países.
—Ya todo respecto a ti está listo, Samantha. Iras con otros deportistas, todo estará pago, yo iré contigo. Tu carta aceptando todos los términos fue entregada hace ya un tiempo. Estas en la mira de todos, eres una de las favoritas. —Dice Carlos, el está más nervioso que yo. Estamos en un restauran con Daniel, en dos semanas debemos partir ya que es nuestra obligación estar un mes antes en Brasil.
—Estoy nerviosa hasta la mierda, siento que hare todo mal. —Carlos me da una mirada reprobatoria.
—Cuida tu vocabulario, no se te ocurra hablar así si llegan a entrevistarte —Mis ojos se abren en asombro. No daré entrevistas —. Olvide colocarte una profesora que te ayudara con eso.

ESTÁS LEYENDO
-SAM-
Teen Fiction¿Samantha Collen? Una chica egoísta que solo piensa en sí misma. ¿Cassie Rusell? He hecho una pequeña lapida en su nombre. La resignación a llegado a nosotros... a mi. -Matias Rusell. Voy a encontrarte así sea lo ultimo que haga. -Samantha. Seg...