Capítulo XXIV

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Buscaba a Cassie por todo el gimnasio, ella había dicho que estaría aquí a las cuatro; pero no está. Voy a golpearla cuando la encuentre. Me adentro al lugar saludando a algunos de los chicos que aquí entrenan y desvió la vista hacia las gradas por inercia y me sorprende encontrarme a Luis Lerman está sentado junto a una chica a la mitad de los asientos. Desvió la vista antes de que el pueda verme y sigo buscando a mi escurridiza compañera.

— ¿Te dignaste a venir por acá? — la voz de Daniel hace que me detenga y camine hasta el a mi derecha. —. No veo a Matías por ningún lado, ¿Dónde lo has dejado? —Ruedo los ojos y me recuesto a la pared esperando por Cassie.

—No empieces, estoy aquí para empezar a entrenar duro. —Lo digo para callarlo, Daniel puede ponerse más intenso que Carlos.

—Uju... —Lo miro con ojos entornados, pero él no alza la vista de los guantes livianos que limpia.

Saco mi celular de mi bolso para llamar a Cassie y pedirle que aparezca de una vez por todas, pero cuando alzo la vista la veo venir caminando con una chica y hablan como si se conocieran de años... mi ceño se frunce de inmediato y me cruzo de brazos para mirarla molesta.

— ¡Sam! —Habla Cassie, viene con esa sonrisa característica de ella. Retrocedo cuando ella llega hasta mi pero me toma del brazo y vuelve a colocarme donde estaba antes mirándome con el ceño fruncido —. Mira, ella es una amiga... — ¡¿Una amiga?!

—Hola, me llamo Victoria Lerman, te he seguido desde... — ¿Victoria Lerman? ¿De los Lerman, Lerman? ¿De los Lerman de Luis? Espero que no. —. Te he querido conocer desde que ganaste las municipales en nuestro pueblo. —Es de nuestro pueblo, debe ser familia de Luis, ¿Qué hace con Cassie? Me quedo mirándola como si fuese un fenómeno de dos cabezas, no es hasta que Cass me remueve que vuelvo en mí.

— ¿Entonces eres de Tofino? —Tofino es nuestro pueblo en Vancouver.

—Sí, hasta voy al mismo Instituto al que tú ibas. —Definitivamente es familia del Lerman —. Me gradué con Cass y vivíamos juntas antes de que decidiera mudarse con su hermano. —Mis cejas se elevan y miro Cassie con asombro y sarcasmo. Traidora.

—Bueno, ya te la presente, ahora debemos entrenar. Espérame en las gradas. —Pide Cass, ella asiente.

—Te esperare junto a mi hermano. Nos vemos ahora. —Dice la chica. La observo caminar hasta las gradas y ubicarse al lado de Luis. Cassie mira en la misma dirección que yo y me sorprende cuando su mirada y la de Luis Lerman quedan fijas. Mi ceño y mis labios se fruncen.

— ¿Quieres contarme algo? —Pregunto a Cass. Ella niega sin mirarme —. Espero que no te metas en problemas. —Me vuelvo dejándola atrás y me encamino al cuadrilátero. Espero que no sea lo que estoy pensando. Lo que menos quiero es que Cass se entere de todo lo que paso con Lerman cuando ella no estaba.

— ¡No! ¿Por qué me metería en problemas? Ella es una buena amiga —Aclara. Amiga, amiga, amiga... bla, bla, bla.

—No hablo de ella, Cass. Lo sabes. —No me mira, finge que busca algo.

— ¿Dónde estará Daniel? Odio esperar. —Odio que se comporte de esa manera. Subimos al cuadrilátero cuando Daniel llama nuestra atención, el ya está arriba —. Ahí estas.

Nuestro entrenador parece fatigado y con muy poca paciencia. Parece que el estar mucho tiempo con Carlos ha causado estragos en el.

—No tengo mucho tiempo y mucho menos paciencia. Samantha tú debes tomarte esto un poco más en serio si no quieres que destrocen tu cara en las olimpiadas. Y tu Cass pronto habrán campeonatos. Dejen de jugar con sus noviecitos y empiecen a entrenar. —Ruedo los ojos. Odio cuando esta con este humor. ¿Y por qué dice sus noviecitos?

-SAM-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora