Estaba en mi habitación pensando sobre los últimos sucesos:
Había encontrado un diario y el asesino había descrito desde cómo las conoció hasta la forma en que murieron.Podía empezar visitando los lugares que relata, porque... Puedo ¿cierto?
No sé de dónde salía tanta valentía pero los malditos susurros eran constantes, ya comenzaba a hartarme de todo así que decidí actuar.Tomo un abrigo negro del armario para protegerme del implacable frío del invierno trazando mentalmente los caminos que tomaría cuando me sentí observado, traspasado con la la mirada.
"Joder, joder, joder." pensé mientras me detenía en seco.
Tomé valor para voltearme y...
Allí estaba ella.
Haley.No podía creer lo que estaba viendo, Haley estaba parada en mi balcón afuera observándome mientras las heladas ventiscas alborotoban su cabello.
Saliendo del shock inicial y luego de restregarme los ojos sintiéndome como un completo idiota caminé hacia la puerta y la abrí.
La fría ventisca azotó mi cuerpo haciéndome temblar.—Haley...—susurré—. ¿Q-qué diablos haces aquí?
Haley se limitó a observarme con sus enormes ojos negros.
Se encogió de hombros y entró a mi habitación.—¿Haley?—volví a preguntar.
No respondió.
—Maldición Haley, responde—le espeté mientras cerraba la puerta del balcón y me ponía mi abrigo.
—¿A dónde vas?—preguntó al fin.No estaba respondiendo a mis preguntas y eso comenzaba a ser molesto.
—A ninguna parte—mentí y lo dije lo más cortante posible.
—¿A dónde llevas ese cuaderno?—preguntó Haley mientras yo trataba de tomar el diario lo más discretamente posible.
—¿Cuaderno?—pregunté haciéndome el desentendido.
—Sí, el que tratas de esconder—contraatacó.Fruncí el ceño, se supone que el que hacía las puñeteras preguntas era yo.
Suspiré.—No escondo nada—mascullé.
Por alguna razón mi respuesta la divirtió puesto que estaba sonriendo.—Ay, por favor...—se burló Haley.
—No sé que te divierte tanto si...No me dejó terminar porque se abalanzó sobre y me pilló desprevenido.
Perdí el equilibrio y caí al suelo.
Haley trataba de quitarme el cuaderno.
Es estúpido lo sé pero comencé a reír tratando de alejarlo de su alcance.
Era fácil ya que era mucho más alto que Haley.—¡Alex! ¡Dame eso!—se quejó Haley pero ella también rió.
—¡Déjame en paz!—dije entre risas.Súbitamente alguien abrió la puerta.
Era Matt, mi hermano.
Dejé de reír y no pude evitar ruborizarme pensado en qué explicación daría porque hostia, había una chica en mi habitación.—¿Alex?—preguntó extrañado Matt.
—¿Matt?—pregunté de vuelta mientras me ponía de pie.
—¿Con quién ríes?—preguntó mientras miraba alrededor.Enarqué una ceja.
—¿Con quién?— pregunté extrañado.
—Sí, idiota—me espetó—. ¿Acaso te has vuelto loco y hablas solo? Wow, ¡qué fenómeno!—se burló Matt.
—¿Solo? ¿Estás ciego? No estoy hablando solo—exclamé mientras miraba a Haley a lo que ella se limitaba a observarme en silencio.
—¿Con quién? Sabes, me estás asustando; fenómeno— dijo Matt mientras cerraba mi puerta de un portazo.A juzgar por su cara estaba muy asustado... De mí pero ¿por qué?
—¿Solo? ¿Qué coño fue eso? ¿no te vio?—pregunté muy confundido.
Haley no respondió.
—Me debes una explicación porque A) Te apareces en mi habitación de la nada y no sé cómo. B) ¿Cómo supiste dónde vivo? Y C) Matt dijo que estaba solo cuando claramente estás en mi habitación—dije al borde de estallar.
Me vio por algunos segundos.
—Vale, te contaré la verdad. Pero cálmate—respondió Haley en un susurro.
–¿La verdad?Haley vio a su alrededor.
—Tu hermano no pudo verme porque...
Porque... Soy un...fantasma— dijo viendo al suelo.Creo que el tiempo se detuvo unos segundos porque me quedé sin palabras observándola como un idiota mientras ella me estudiaba con ansiedad.
—¿Qué?—conseguí decir—. ¿Estás de broma?
—¡No, Alex!—exclamó Haley—. Lo siento pero esa es la verdad.
No sé cómo ni por qué pero por alguna extraña razón tú puedes verme y escucharme.Seguía sin saber qué decir.
—Espera, ¿Cómo sé si debo creer esto?—comencé a cepillarme el cabello con los dedos en un gesto nervioso.
—¡Porque puedes verme!—exclamó Haley.
—Pero...
Haley me interrumpió.
—Alex, sé que es extraño pero a lo mejor tú puedes ayudarme—murmulló Haley mientras caminaba en círculos.
—No veo cómo podría ayudarte—dije con voz ronca.
—Alex, por favor. T-tú encontraste ese cuaderno en el bosque ¿cierto?—dijo con voz nerviosa.
—Sí—admití.
—Quizá tú puedas ayudarme a encontrar la razón de mi muerte.
Creo que está relacionada con el maldito psicópata que anda suelto.
—¿El asesino serial?—pregunté en un hilo de voz.
—Ese mismo. Eres algo así como mi última esperanza.
Por favor—suplicó.Di un profundo suspiro.
—De todas formas pensaba ir tras él. Supongo que sí puedo ayudarte. De hecho iba a comenzar a buscar su rastro conforme a sus notas—le expliqué.
Haley sonrió.
—Alex, gracias—dijo mientras me envolvía en un abrazo fantasmal.
—De nada—respondí mientras devolvía el abrazo—. Empezaremos mañana mismo.
—Gracias—susurró mientras desaparecía.Me quedé perplejo observando donde hace tan sólo unos segundos antes estaba Haley.
No había marcha atrás.
Había tomado la decisión y supongo que hay cosas que tu instinto te ordena hacer y no puedes negarte al impulso.
Eso y que los constantes susurros de ayuda desaparezcan.
Hostia, lo que un puñetero diario podía hacer con mi vida."Menuda suerte la mía..." pensé mientras trazaba un plan para mañana.
Asesino serial, voy a por ti.
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Al final fue más largo de lo que creí(?)
Hola, gracias por leer y aviso que subiré capítulo día miércoles o jueves.P.D. Espero no estarme pasando con lo rudo.
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Susurro Fantasmal
Mystery / ThrillerExtraños asesinatos están ocurriendo en Hamilton City, todos parecen estar cometidos por el asesino serial, quien sólo deja un rastro de rosas negras. Alexander Grayson descubre un diario con notas del asesino, además de escuchar susurros de las pos...