Susurro Fantasmal

Capítulo 16| Flashback #1

Haley, en multimedia.
¡Sí, al fin puse a Haley!
Ya pueden apreciar a su fantasma favorita...

Haley (POV)

I'm better, so much better now.
I see the light, touch the light.
We're together now.

Canto a todo pulmón mientras estoy en la ducha, es viernes por la noche, estoy feliz y las paredes de mi baño son testigas de mi felicidad.
Justo cuando suena el coro, bailo al ritmo de la música.

Oh, oh, oh, oh, oh.
Oh, oh, oh, oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh, oh
you'll find us chasing the sun.
Oh, oh, oh, oh, oh,
Oh, oh, oh, oh, oh
you'll find us chasing the sun.

Ya estoy toda jabonosa, pero aún así continúo bailando y cantando.

Daylight's fading
We're gonna play in the dark
Til it's golden again.
And now it feels so amazing
To see you coming, and
We'll never grow old again.
You'll find us chasing the sun.

Termino de cantar cuando me he enjuagado el shampoo, apago la ducha y noto como el baño está lleno de vapor.

Tomo una toalla y me envuelvo en ella, salgo de la ducha y limpio con mi mano el empañado espejo, mi pálido reflejo aparece en él, mi oscuro cabello se me pega a la cara.
Me lavo los dientes, sonrío al espejo para comprobar que mis dientes estén blancos y relucientes.

Salgo del baño para dirigirme a mi habitación, aún sigo pensando qué usar esta noche, Leila y las chicas quieren que salgamos de fiesta, lo cual estuve completamente de acuerdo.

Después de hacer un desastre en mi habitación, dejando volcanes de ropa por doquier, he encontrado el atuendo perfecto: un ajustado vestido negro, me pongo medias y unas botas altas negras a juego.

Justo cuando estoy alisando mi negro cabello, suena el móvil.
Veo el identificador de llamadas, el cual muestra que mi amiga Leila está llamando.

—¿Leila? —pregunto aunque ya sé que es ella.
—Obvio, ¿A quién más esperabas?
—A un candente chico que vi esta tarde—me río ante mi broma.

Casi puedo oír cómo Leila pone los ojos en blanco.

—Muy graciosa, ningún chico te llamará—se burló.
—Nunca sabes cuándo el amor tocará a tu puerta—me defiendo.
—Pero no a la tuya cariño, vale, iremos a por ti a las ocho, ¿de acuerdo?