Susurro Fantasmal

Capítulo 36| Jeremy Reeves

Jeremy, en multimedia. Alguien por ahí me sugirió que relatara esto así que... Ahí les va. Tómenlo como un bonus.

Jeremy(POV)

Suena la campana que anuncia el fin del día escolar, a penas y la escuché, estuve en una especie de trance todo el día. Eso me sucede desde que a penas consigo dormir, las malditas pesadillas me mantienen en vela casi todas las noches.

Desde que murió Sarah, me es casi imposible dormir, el remordimiento me come por dentro al no poder haber hecho nada por mi novia.
Ahora mi novia está varios metros bajo tierra, sumando el hecho que el sujeto me robó las entradas al baile.
Me ha puesto los cojones de corbata, fui al baile sólo para cerciorarme que él no iría.

Sólo vi a Grayson allí, pero no ocurrió nada.
Nada excepto las rosas negras que le lanzaron a la reina de este año, Nina Hinamori. Nadie sabe con exactitud de quién fue el de la idea.

A mí me dio mala espina, ¿Acaso no son las rosas negras lo que utiliza el famoso asesino serial?
El mismo que asesinó a mi Sarah...

Cierro mis libros, listo para marcharme de este infierno y largarme a casa, me siento seguro allí.
—Eh, ¡Jeremy! ¿A dónde crees que vas amigo? Tenemos práctica hoy. —Matt se interpone en mi camino.

Maldición, la estúpida práctica, la he olvidado por completo, pasaré de ella, no me quedaré.
—No Matt, no me siento bien, ¿Vale? Me marcho a casa.
—¿Desde cuándo el gran Jeremy Reeves huye de la práctica? —se burla Collin, uniéndose a la conversación.
—¿Tienes miedo, cariño? Sé que damos miedo. —remata Matt.

Les doy la mejor mirada de irritación que puedo dar, ciertamente soy de lo mejor en el equipo.
No serían nada sin mí, no son competencia para mí así que sus amenazas me valen rábano.
—Buen intento señoritas. —digo esto con desdén—. Sólo déjenme marcharme a mi puñetera casa, ¿Vale? Largo de mi vista.

Collin se endereza, creo que le he molestado.
—Oye, el capitán aquí soy yo. No te pases de diva, ahora... ¡Mueve tu trasero al gimnasio!
—El campeonato está cerca así que concéntrate, ¿Quieres? —Matt niega con la cabeza en ademán de decepción.

Esta es una discusión que no voy a ganar con este par de tarados, utilizaré otro método.
—Eh, lo siento chicos. Casi no he dormido así que estoy malhumorado. Iré al gimnasio en seguida, ¿Vale?
—Vale, tienes cinco minutos. —se dirige a Matt—. Andando Matt, hay mucho que hacer. —pasa de mí casi chocando su hombro con el mío, saliendo del salón.
—Estoy observándote Jeremy. —Matt me hace una seña y sale detrás de Collin.

Me quedo de pie un minuto, sólo para ganar tiempo, camino lentamente fuera del salón a través de los pasillos.
Sólo que en lugar de dirigirme al gimnasio, salgo de la escuela por la puerta grande.

¡Chúpense esta Collin y Matt!

Idiotas.

Camino en modo robótico e instintivo hacia casa, nunca me había sentido tan aliviado de ir a casa, sólo quería estar solo.
Ahora siento algo extraño: me siento observado.