Susurro Fantasmal

Capítulo 15| Avistamiento

Nina (POV)

La película estuvo genial, nos habíamos quedado en silencio el resto de Gravity, pero hizo que le pusiera genuina atención, terminó gustándome.

Nos quedamos aún sentados cuando encendieron las luces en la sala, justo cuando proyectaban los créditos y las parejitas que probablemente no prestaron atención a la película se ponían de pie y se iban.
Me distraje viendo como salían las personas, hasta que sentí una intensa mirada hacia mí.

Alex me estaba observando, cuando le devolví la mirada, apartó la suya instantáneamente.

—¿Chica francesa, ves los créditos de las películas también?—pregunté con tono juguetón.

Él veía directamente hacia la pantalla, como si quisiera evitar mi mirada.
—Sí, a veces—respondió como si estuviera dando una confesión.
—¿Esperas una escena extra o algo por el estilo?
—A veces las tienen, pero en realidad no tengo prisa por salir, además; te pierdes de la banda sonora si te vas en los créditos.

Me pareció una respuesta tan natural en Alex, pero la dijo con tanta honestidad que me tocó en verdad que alguien se preocupe por la banda sonora de una película que, en realidad soy de las personas que se van en cuanto encienden las luces. Eso lo hace fascinante para mí, parece que siempre tiene una razón para todo.

Al ver que no respondí nada, finalmente giró su cabeza hacia a mí.
Tenía una expresión curiosa por mi silencio.

—Interesante, además de cinéfilo, ¿melómano?—pregunto para romper el silencio.
—N-no, es sólo que muchas canciones se vuelven un éxito gracias a las películas, van de la mano. Existen muchas canciones icónicas.

Le sonrío con dulzura cuando se abre a mí, contándome sobre sus hobbies.
—Concuerdo con usted señor crítico de los Oscars y ahora, Grammys.

Él ríe, suena al fin relajado, su risa es con humor, creo que no lo había escuchado echarse a reír de esta forma.

—No me refiero a eso—dice aún con una sonrisa en sus labios—. Es parte de la cultura, ¿En qué canción piensas cuando mencionan a Rocky?
—¿The eye of the tiger?—respondo sin mucha seguridad.
—Exacto, se encuentran intrínsecos en las películas. Sólo tienes que esperar a los créditos.

Muerdo mi labio.
—Eres fascinante—admito en un murmuro.

Creo que Alex me ha oído porque se ruboriza, al parecer le he incomodado.
Carraspea para aclararse la garganta.
—Ya se ha acabado la película —murmura mientras se pone de pie—, no quiero que tu padre me odie por no llevarte pronto a casa.

Me pongo también de pie y decido bromear.
—Es tan cliché, el padre que odia al chico, ¿no lo crees?
—No lo sé, ¿sucede con todos tus compañeros de trabajo?—se rasca la nuca.

Esta vez soy yo quien se echa a reír, creo que no lo ha captado. Su inocente respuesta me hace gracia.
A Alex no parece darle gracia, está frunciendo el ceño.

—¿Qué?—pregunta, porque aún sigo riéndome.
—Nada chica francesa, a veces eres adorable—tomo su mano y le hago caminar conmigo.

De nuevo se tensa, miro por encima de mi hombro y veo que se ha quedado en silencio, sin embargo su expresión dice a gritos que él no se considera adorable.
Río para mis adentros, cierro mi mano en la suya y lo conduzco afuera de la sala.