Susurro Fantasmal

Capítulo 17| Flashback #2

Ajá, Haley de nuevo en multimedia. Por si aún la desconocían...

Haley (POV)

Camino detrás de ellos, a pesar que mi visión está borrosa y que a veces creo ver doble, consigo seguirles el paso.

Cada vez, me convenzo más que es Lizzy.
Reconozco su cabello color caramelo, el largo, la forma en que cae.
Por mi estado de ebriedad, no recuerdo precisamente qué ropa traía puesta esta noche, pero su atuendo también es algo que ella usaría.

Tiemblo del frío, supongo que no es muy inteligente andar afuera con tan sólo un vestido, esta ciudad es muy helada.

Creo que los perdí de vista, giro mi cabeza de izquierda a derecha antes de cruzar la calle, temiendo que me arrollen.

Cruzo la calle, con el rabillo del ojo soy capaz de reconocer el andar del tipo, ¿Por qué Lizzy está yéndose con él?
¿La está obligando?

Recuerdo claramente cómo parecía que forcejeaba, por alguna razón los seguí, ¿no?
No voy a dejar que se aprovechen de Lizzy.

Vuelvo a seguirles el paso, de una forma torpe, pero lo consigo.
Ahora me duele la cabeza y siento que voy en cámara lenta.

Después de lo que creo fueron mil años, veo que se dirigen al parque de Hamilton City, ¿al parque?
¿en serio?

Justo se pierden de mi vista en la parte oscura del parque.

Medito unos momentos cuando me falta media calle para llegar al parque.

¿Cómo se supone que voy a ayudarla?
¿No debería... Pedir ayuda?
¿Y si Lizzy en verdad quería ir con ese chico?
¿Qué tal si es un violador?
¿Cómo nos defenderemos?

—Lizzy...—susurro para mí misma, dándome valor.

Ya llegué muy lejos como para darme la vuelta e irme así sin más, la voz de la razón en mi cabeza me dice que no sea tonta y que en efecto, me regrese.
Que no es una buena idea, peligroso, instinto de supervivencia.

Haciendo caso omiso de todas sus sugerencias, llego a la entrada.

Está bastante oscuro porque hoy la luna a penas es visible, como siempre hay frío y ha bajado una leve neblina.

En mi estado, parece mucho más tenebroso de lo que debe ser en realidad.
No hay nadie aquí, aunque siendo sincera, no esperaba que hubiese alguien aquí.

Nadie en su sano juicio vendría tan tarde al parque, sola.
Y encima, un tanto ebria.

Trago saliva de forma audible, tomo un largo suspiro para intentar disipar mis nervios.

Camino a través del parque, pero no veo nada o a nadie, sólo hojas que ya se están cayendo, bancas vacías y más neblina.

Esta vez creo que sí los perdí... Lo mejor será que regrese con las chicas.
Quizá Leila sepa qué hacer, podríamos venir todas en auto y dar vueltas alrededor.