Susurro Fantasmal

Capítulo 20| Así lo elegí...

Alex(POV)

He venido al parque toda la semana a la espera de poder ver a Haley, no la he visto ninguno de estos días.
A pesar que vengo en son de paz, por alguna razón no la he visto.

Quiero disculparme con ella, decirle que estoy arrepentido de lo grosero que fui con ella, estaba vulnerable y eso sólo lo hizo peor.

Pero no la encuentro, no me puedo quedar hasta tarde porque aún no estoy libre del todo, además he puesto genuino interés en la escuela.

La espero en la banca donde solíamos intercambiar miradas y... nada.
Incluso cambié de banca, a la suya para cerciorarme que no estuviese allí. No funcionó.

Caminé al rededor del parque,  buscándola.
Me atrevo a llamarla:

—¿Haley?
Nada...

Voy incluso hasta donde comienza el bosque:
—¿Haley, estás aquí?

Me adentro en el principio del bosque, donde los árboles desnudos por el invierno no son muy altos.
—Oh, vamos Haley. ¡Sé que estás aquí!

Mi búsqueda seguía siendo infructuosa, lo único que conseguí fueron miradas extrañadas por parte de las personas que se encontraban en el parque.

Hostia, han de pensar que estoy loco.
Antes de rendirme digo a nadie en particular:
—Haley, Haley, Haley. Cuando estés dispuesta a escuchar, búscame.

Reviso cuidadosamente una vez más el área antes de irme, como lo pensé, nada.
Me marcho antes que el crudo invierno o la indiferencia de Haley me congelen.
Lo que ocurra primero.

Haley(POV)

Vaya, pero... ¿Qué tenemos aquí?
El grandulón ha venido al parque, solo. Bien, pues que ni piense que me hablará.

Lo vi, vi cuando caminaba por este mismo miserable parque de la mano con otra chica.
Una pelirroja con complejo de niña bonita y costosa ropa, tomada de la mano del cretino ese.

¿Desde cuándo es popular?
Pensé que una babosa tenía más encanto que ese chico, peor aún para agradar a chicas como esas.
Persigue pistas de un asesino por diversión, ¡por favor, no me tomen del pelo!

Además, ¿qué tiene ella que no tenga yo?
Además de su falso tono rojizo, está claro.

Yo soy mucho más linda, agradable, contando que también puedo tocarlo y tomar su mano.

Lo peor no es el hecho que lo haya visto, él también me devolvió la mirada, como si fuésemos dos extraños, que se veían por primera vez.

Conociéndolo, su silencio, las miradas que me dio, querían decirme algo, pero me importa un pimiento el significado oculto.
Yo sólo me limité a asesinarlo con la vista.

Cuando creyó que yo había captado su no decodificado mensaje, volvió a tomar la mano de la pelirroja esa y se fueron juntos, felices, vivos.

Ay, cómo los odio. Ni siquiera se ven bien juntos, ojalá se aburra pronto del nulo encanto de Alex.

No, no son celos los que siento, sólo es la verdad y no se puede negar.